«El Beato leonés se halla en un estado óptimo»

Con todo, el Beato de Facundo es una buena piedra de toque del avance en la conservación. La Biblioteca Nacional se encuentra inmersa siempre en cambios para estar al día en la materia. Y, por ejemplo, se ultiman detalles para incorporar sistemas antiincendios novedosos, para que en caso de siniestro, esos ejemplares únicos sufran el menor deterioro, incluso evitarlo. Arsenio Sánchez cuenta el ejemplo de la última salida del beato, que tuvo lugar en 1999, en una exposición en Roma. No ha salido más, ni se tiene previsto hacerlo. «Cuando se prestan obras de este valor se atiende a las condiciones en las que está antes de su salida y cómo se transportarán», explica Sánchez. Fuensanta, es más, añade: «Han de viajar ya en estas condiciones excepcionales, con un protocolo claro. No lo pueden hacer de cualquier manera, y como cualquier museo o centro similar, eso es sagrado: viajan como reyes». En cuanto a la exposición de Roma, Arsenio Sánchez conoce todos los detalles, puesto que estuvo inmerso en el proceso: «Estas obras ya viajan con una información previa de las gráficas de humedad y temperatura. Al estar en vitrinas no les tienen que afectar los cambios. En la exposición de Roma sí que se recibieron gráficas un poco cambiantes al respecto, por ejemplo de resistencia a la humedad. En Roma se pudo alcanzar un 65 por ciento de humedad a corregir para llegar a los 50 que tiene en Madrid», explica.

Pero de la misma manera, asegura Sánchez que «ese informe lo hice yo. Se descontextualizó porque se dijo que pudo haber habido algún problema, y no fue así. En ese informe, en ningún caso se decía que hubiera algún deterioro irreversible o ni siquiera daño alguno», aclara este experto premio nacional de Restauración y Conservación. El Beato de Fernando I y Doña Sancha se encuentra en estado óptimo de conservación y máximo respeto. «Es uno de los códices más importantes del mundo».