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efe | madrid

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Que haya al menos dos personajes femeninos, que éstos hablen entre sí y que la conversación no trate de hombres. Son los tres requisitos para pasar el test de Bechdel, que calibra el grado de representación de las mujeres en el cine y, a juzgar por los datos, la ficción audiovisual española suspende el examen.

El porcentaje de mujeres protagonistas en nuestras películas es del 36%, y sólo el 28% de los personajes que hablan son femeninos, según datos de la asociación de mujeres cineastas CIMA y que ayer debatieron en una mesa redonda en la Cineteca de Madrid. «Yo creo que no pasamos el test si hablamos de reflejar con autenticidad el universo femenino», según Belén Macías, directora de Marsella.

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