Cerrar

EL ESTADO DEL PATRIMONIO

El archivo limpia su parte de muralla mientras la maleza invade el resto

Fumiga dos veces al año el lienzo en el Espolón y Santo Martino para eliminar la broza

Imagen de las vallas protectoras que ayer se colocaron para iniciar los trabajos de fumigación.

Publicado por
CRISTINA FANJUL | LEÓN
León

Creado:

Actualizado:

El Archivo Histórico comenzó ayer el proceso de fumigación del lienzo de la muralla que rodea el castillo con un herbicida que impide que la maleza se multiplique como ocurre en otros tramos del monumento. Este proceso se repite de manera bianual y tiene un coste ligeramente superior a los seis mil euros.

La directora del Archivo, Eva Merino, destaca que el año pasado se llevó a cabo una intervención para eliminar toda la broza que durante los últimos años había colonizado la fortaleza para evitar con ello el desprendimiento de sillares, un proceso que debido a la dejadez de las instituciones, se ha vuelto endémico. Desde entonces, el archivo, con financiación de la Junta, realiza la fumigación con herbicidas dos veces al año en las dos zonas que afectan a dicha institución: el Espolón y Puerta Castillo, en un proceso que se prolonga durante quince días.

Sin embargo, el mantenimiento de la muralla, incluido el citado tramo, no es responsabilidad del Archivo sino del Ayuntamiento que, sin embargo, prefiere abdicar de su competencia. El resto de la muralla está en plena floración, hasta tal punto que la espesura de los brotes primaverales apenas deja ya ver la suciedad y las grietas que han invadido el lienzo.

Y es que la fortaleza que se levantó para proteger primero a la Legio VII y más tarde a la población del terror de Almanzor se ha convertido en uno de los monumentos más deteriorados del patrimonio de la ciudad, hasta el punto de que en algunos de sus tramos se encuentra en un estado casi irrecuperable. Los cables del alumbrado municipal, el peso que los cubos tienen que soportar, la suciedad y la pérdida de sillares en muchas zonas la convierte en un ejemplo de patrimonio despreciado.

En el caso del cableado que literalmente se come la muralla, existe un plan para su eliminación con un coste de 163.500 euros, un plan que nunca se cumplió. Sin embargo, la Ley del Patrimonio Histórico es tajante respecto al cableado: «Queda prohibida la colocación de publicidad comercial y de cualquier clase de cables, antenas y conducciones aparentes en los Jardines Históricos y en las fachadas y cubiertas de los monumentos declarados de interés cultural. Se prohíbe también toda construcción que altere el carácter de los inmuebles a que hace referencia este artículo o perturbe su contemplación». Pues con todo y con eso, uno de los principales tesoros de la ciudad, declarado monumento artístico nacional en 1931, sigue soportando el cableado sin que a ninguna institución responsable parezca importarle. La muralla ha sido mutilada, su lienzo ha sido horadado para crear accesos entre calles y su fábrica se ha utilizado como muro por las numerosas construcciones que se fueron adosando a ella durante el siglo anterior, un proceso en el que las administraciones siempre han tenido un papel activo.

Muchos de los propietarios de inmuebles adosados al lienzo siguen actuando como si fueran los propietarios de la muralla, ocupando sus cubos, que se han ido abombando de manera peligrosa, tanto para la integridad del monumento como del viandante. Además, el Ayuntamiento descartó seguir con el Plan Director de la Muralla aprobado por el anterior gobierno.

Cargando contenidos...