Fran Allegre músico, luthier y escritor
«Estar fuera de la verdad es suicida»
Conocido por su talento a la hora de construir y tañer instrumentos populares, Allegre es también dramaturgo y poeta, y hoy presenta el libro ‘Deixando’l cuerpu’, en el que además del leonés están presentes... otros 18 idiomas.
Autor de discos como Nel briezu, con nanas tradicionales leonesas, de un poemario (Poemas pa nun ser lleídos) y de una obra de teatro (Sentir y nun sentir sentire), pero también de cientos de recitales y conciertos didácticos por todas las comarcas leonesas, Fran Allegre presenta hoy a las 22.00 horas en el Salón del Pueblo de su localidad natal, Villarejo de Órbigo (y mañana a las 16.30 en Nogar, durante la Fiesta de Cabreira) una antología a la que titula Deixando’l cuerpu.
—¿Cómo surgió la idea de recopilar y dar forma a este ‘Deixando’l cuerpu’?
—No me acuerdo muy bien, la verdad. Quizá pensé que merecía la pena alguno de los poemas que tenía y sobre todo los últimos, que iban surgiendo después de renegar varias veces de la poesía y del arte en general. Y cuando digo que merecía la pena me refiero a que alguno de ellos no manca tanto al leerlo y entenderlo, o no parece tan doloroso, o está más cerca de lo que se es, o de lo que la realidad es, y no de lo que se quiere ser, o que busca otra realidad sin descanso desde la consciencia de ésta... Por otro lado, quería mostrarme, dejar a la vista mis vergüenzas, con la menor ropa posible, y no acabo de entender muy bien por qué, pero creo que seguramente tenga que ver con eso de sentirse un poco comprendido y de comprenderse a uno mismo.
—¿Por qué el título? ¿Por qué la idea del abandono?
—Más que dejar del todo me adhiero a la idea de fluir, de evolucionar hacia la búsqueda, siempre la búsqueda de la verdad y de las verdades, en lo que no creo que sea una transformación, pues para mí todo transciende. Mientras trasciendes quizá poco a poco te conviertas en verdad, siempre está la esencia de ti pero en esa búsqueda se encuentra uno con lo que uno busca y con lo que es. Estar fuera de la verdad es suicida. Ah, y por cierto, a veces el cuerpo lo percibo como un estorbo, y no porque sufra estos calores de verano, si no porque creo que ‘lo mayor’ no se ve, y me cuesta entender este teatro diario de ser vivo de aquí, aceptando explicaciones de los que ven más que yo, y con eso me imagino una realidad mejor.
—¿Cuántas variantes del asturleonés están presentes en esta antología? ¿Por qué esa presencia?
—En general la occidental, y también hay alguna pincelada de la central. Creo que a la hora de la normalización del idioma todos debemos ceder y aportar, y yo en eso también estoy en la búsqueda, y en escuchar a quien creo que sabe.
—Además del leonés, ¿a qué otras lenguas ha traducido sus poemas? ¿Y por qué esas en concreto?
—A todas las peninsulares, discriminadas o no, pero reconocidas a nivel internacional desde el criterio científico: gallego, que nos toca, aranés, aragonés, catalán, euskera y castellano; ésta, con 18 poemas, es la segunda lengua que cuenta con más espacio en el libro. También las hay en inglés, y en ruso y árabe, con sus respectivas grafías. Quise mirar a todo y a todos con respeto e igualdad, pero no pude traducir mis versos a las miles de lenguas que enriquecen el nombre de humanos...
—En el fondo, ¿por qué escribir en leonés?
—Es una parte de mí mismo, algo que reconozco como propio, y no quiero estar en que aquello o esto, que es mío, sea menos que eso otro. Eso lo dejo para la baja autoestima, en la que no quiero estar, que es un gran problema de la humanidad. Por otro lado, alguien que conoce lo propio, y escribe poesía, si niega lo suyo, a sí mismo, dejaría un poco de ser. Y necesario es para el que llaman poeta ir con los colores débiles, difuminados, difíciles, pero necesarios para ser así llamados poetas, y no por el hecho de ser así llamados, sino por el hecho de ser lo que uno quiso o no quiso ser.