MINORÍAS ABSOLUTAS
Lo importante
L o importante siempre fueron las bromas. Su saber bailar sobre el filo del segundo inmediato. Como quien compite en los cien metros lisos. Luego uno crece... hace pellas con la ironía y ya el tiempo te da la experiencia suficiente para abordar con firmeza el sarcasmo. Es ahí donde uno se siente importante. Dominador de la locución audaz que ha de callar al resto. Ésa que agrede de muerte el orgullo del contrario –siempre ha de haber un contrario en tu vida de sarcástico- y rescata la risa del que no sabe bien pero acude al escarnio como un ciudadano aburrido al circo de la gran Roma.
Lo importante fue. Pero todo cambia. Con el tiempo uno asume con más delicadeza ese arma cargada de torpeza. Uno se acostumbra a la sangre... o aprende de tanto corte, tanta rabia, tanto dolor generado para tan poco.
En estos casos la charca de la amistad que se mantiene con filos y sables mal dirigidos, se reseca, y aquella que no es capaz de aguantar el envite del tiempo y sus formas más amables, acaba por no dejar nada de poso en la memoria. Al final doler es demasiado fácil.
Decía Winston Churchill que una broma siempre era una cosa muy seria. A este respecto si uno no aprende a valorar, calibrar, ejercer el humor con cierta responsabilidad, poco ha aprendido de la vida.
Por eso lo importante está en otro lugar. Tal día como ayer nacía Gloria Fuertes, una maestra soberbia del humor bien entendido. Una poeta con mayúsculas que generó la ilusión de lo incomprensible en miles de niños. Su labor fue romper barreras, atravesar los muros del libro férreo para caerse en el libro fresco. Sus versos para adultos fascinan, sus poemas para niños abrieron el cuenco de la ilusión por este mundo sin frontera llamado poema. Su humor fue ejemplo.
Por eso lo importante se genera en otros ámbitos. Donde lo humano se materializa en sonrisa, y ayuda y ausencia de trabas. Como por ejemplo en la actividad de la Asociación AIRE (http://asociacionaireleon.blogspot.com.es) cuyo objetivo es la ayuda a las personas que más lo necesitan, sin ningún tipo de discriminación. Ahora mismo están en una campaña de recogida de material escolar para niños de primaria y secundaria. Para ayudar y no amordazar a quienes tendrán una voz ágil y libre en el futuro. Para que esos niños y niñas sepan que agradecer es mejor que agredir, que la buena intención genera más entramado que el sarcasmo vacío de acción. Y que podemos envenenar la palabra... o hacerla combativa para generar discursos productivos y bien intencionados en torno a una sociedad más habitable.
Muchos de ustedes pueden elegir. Otros no. No saben más que elevarse con el tropiezo de los demás, con las miserias ajenas, haciendo vivienda en el dolor de otros. Pero también se puede colaborar por ejercer un cambio responsable. Esas bromas serias que decía Churchil. Queridos amigos. Cierro con lo importante. Cierro con Gloria: «Poetas, no perdamos el tiempo, trabajemos, que al corazón le llega poca sangre».