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CULTURA

«Esta gente es ágil, inteligente y melancólica como los escoceses»

El Club Xeitu publica ‘Toponimia de Lumajo’, de Nuria Ménguez, que rescata escritos del gran musicólogo Alan Lomax .

Nuria Ménguez, autora de ‘Toponimia de Lumajo’.

Publicado por
E. GANCEDO | LEÓN
León

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«...había una pequeña carretera con una empinada subida de cinco kilómetros que atravesaba un puente. Contra los picos grises aparecía una hilera rala de casas de una aldea. La calle principal estaba embarrada, las casas eran como salidas de la Edad Media. Había diminutos graneros sobre pilastras de piedra surgidos de un vago pasado celta. La gente era muy ágil, melancólica e inteligente, como los escoceses». Son impresiones en torno al pueblo lacianiego de Lumajo plasmadas por quien fuera uno de los más uno de los más grandes recopiladores de folclore del siglo XX, el estadounidense Alan Lomax, que en el transcurso de sus muchos viajes por España pasó también por Laciana.

Unas reflexiones poco conocidas incluidas en el libro Toponimia de Lumajo, de Nuria Ménguez, que acaba de publicar el Club Xeitu en su calidad de obra ganadora del último Concurso de Recogida de Toponimia ‘Concha de Lama’, convocado por esta asociación cultural en colaboración con el Instituto Leonés de Cultura.

Tal y como informó el muy activo Club Xeitu, «el libro que ahora ve la luz aporta numerosos nombres de enclaves de este pequeño pueblo, con curiosidades como la leyenda del gato que escapó y al que una mujer del pueblo lo llamaba a la voz de «muxi ven, muxi ven», la cual explicaría el origen del pico más alto, el Muxivén, uno de los más emblemáticos del valle». También diferentes pasajes y protagonistas de la historia, como los vaqueiros de alzada que dieron origen a la población, o las seculares disputas de los lugareños con los Condes de Luna por los ‘aros de vecera arriba’, tienen cabida en las 156 páginas del libro, iluminadas con numerosos mapas y fotografías.

Como no podía ser de otro modo, los vestigios mineros están presentes con su memoria extendida a la toponimia, por ejemplo en el paraje El Sexto, así conocido por ser uno de los pisos del grupo minero Lumajo de MSP, uno de los primeros en ponerse en explotación en la cuenca de Villablino hace casi un siglo. La tradición oral aporta distintas revelaciones y datos curiosos, como el posible origen del pueblo en lo que hoy son las ruinas de El Navariego, o el topónimo de El Asiento del Cura, en referencia a una piedra que los antiguos dicen tiene forma de tal.

Otros topónimos de esta localidad inserta en pleno corazón del dominio lingüístico del asturleonés occidental, y que figuran en el libro, son las Penas Albas, el puerto de La Almozarra, el pascón del Tarabelo, la Cueva del Vatse, el prado del Xarolo o la Fuente Papanenos junto con las abundantes lagunas de la localidad, como las del Barroso, las Borras o los Buéis, o el Salto del Agua, una impresionante cascada de casi veinte metros que da la bienvenida al visitante poco antes de llegar a la localidad.

La publicación que ahora ve la luz es el quinto título de la colección del Club Xeitu dedicada a la toponimia de la montaña occidental.

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