«El poder de la palabra consigue ‘embobar’ a todo tipo de públicos»

«¡La gente necesita escuchar historias!». Lo dice, lo repite y lo defiende el narrador y activista cultural Olegario Gari Ferrero, habitual en cualquier acto que tenga a la palabra como protagonista, y coordinador de los Encuentros Culturales de Celadilla del Páramo, unas jornadas que comienzan hoy y en las que el relato contado, la tradición leonesa y el galardón a una persona especialmente distinguida en la defensa y el estudio de las cosas de esta tierra son sus principales vigas maestras.

«Después de tres años de Encuentros, la cita se ha consolidado y cada vez son más las personas que se ofrecen a participar —explica ‘El Grajo de los Llamargos’, habitual alias artístico de Ferrero—. Lo que buscamos es dar un espacio escénico a todas esas personas que, desinteresadamente, animan veladas, fiestas o reuniones familiares, y que disfrutan mucho con ello. Esto es, realzar a esos herederos de la más pura tradición oral de nuestros pueblos».

Ferrero valora muy positivamente la evolución de las jornadas y confiesa que la experiencia «nos ha permitido conseguir cotas de asistencia impensables», y también que el gran objetivo del ciclo es «convertirnos en un referente de esa narración oral más cercana a las raíces y, por lo tanto, más humilde y con menos pretensiones a nivel de éxito mediático. La que únicamente pretende alegrar ratos perdidos en cocinas, en tabernas o reuniones callejeras». Gari Ferrero ha agradecido la participación de todos los narradores pero destacó especialmente el Abuyako Folk, ese curioso mini festival que en esta ocasión acogerá al muy activo grupo lacianiego Piértigu, que canta en leonés, y a los músicos cántabros Miguel Cadavieco y Marcos Bárcena. Y también la entrega del premio Peyre Vidal —mañana— al veterano historiador sajambriego Eutimio Martino.

«Peyre Vidal fue un trovador provenzal que ejerció su labor coincidiendo, entre otros, con el reinado de Alfonso IX, y que se cree pasó largas temporadas en León, llegando casi a venerar este reino y a su monarca —aclara Ferrero—. En su trova se encuentran numerosos ejemplos de loas leonesas. Durante su vida difundió ese amor al Reino de León por todo el mundo conocido de la época, así que, ¡qué mejor personaje para dar nombre a un premio relacionado con la narración oral!».

Preguntado por qué cree que la palabra relatada en vivo y en directo es importante (y por qué a la gente le gusta tanto), Ferrero responde: «La narración oral bien hecha es el entretenimiento más asequible, más sencillo y más barato que hay. No hacen falta escenografías caras ni grandes montajes. Casi ni equipos de sonido. El poder de la palabra consigue ‘embobar’ a todo tipo de públicos. En Celadilla lo experimentamos cada año. La gente necesita escuchar historias porque durante ese tiempo su mente se abre a todo tipo de aportaciones y entonces el espectáculo pasa a ser la cara del espectador, sus reacciones ante lo que escucha». «Por otro lado —prosiguió—, la narración oral popular va cargada del saber de nuestros antepasados y por tanto de nuestras referencias y raíces como individuos pertenecientes a una colectividad».

Narración, música y humor de altura para unos encuentros a los que echará el cierre el archiconocido trovador bañezano Crispín d’Olot.