‘Hasta aquí hemos llegado’ con Leo Harlem

Todo el mundo se iría de cañas con él. Leo Harlem es uno de estos personajes que siempre encabeza las encuestas que tratan de ‘medir’ el carisma de los famosos. El cómico berciano ha elegido León para el preestreno de su último espectáculo, Hasta aquí hemos llegado. La cita es en el Auditorio, el 23 de este mes, a las 21.00 horas. Las entradas, a un precio único de 25 euros, ya se han puesto a la venta en entradas.ibercaja.es y cajeros de Ibercaja.

En esta ocasión el humorista estará acompañado por los conocidos cómicos Sinacio y Sergio Olalla. A los tres les sorprenderá en el escenario una llamada del productor, que les convoca en un aeropuerto para su próximo ‘bolo’. Una sencilla cita que se irá complicando y dará pie a las situaciones más hilarantes.

Leonardo González Feliz, quien tomó su nombre artístico del bar cercano a la plaza vallisoletana de San Miguel donde trabajó como camarero durante varios años, teje una de esas historias surrealistas en las que el público no dejará de reír durante los 90 minutos que dura aproximadamente la función. Situaciones cotidianas llevadas al límite, de forma que los tres protagonistas de Hasta aquí hemos llegado tendrán dificultades para el encuentro, por impuntualidad y despistes… «Todo hará que el día comience un poco complicado para tres cómicos que están a punto de partir para la próxima función.

«En el camerino hace frío, no me gusta el cátering… Son frases qu?e podríamos oír… O bien, qué viaje más cómodo, qué camerino más acogedor, qué cátering más completo y delicioso...», según anuncia la promoción del espectáculo, que coincide con el comienzo de las fiestas de San Froilán.

Harlem se ha convertido en los últimos años, gracias a sus apariciones en programas como El club de la comedia y Zapeando, en uno de los mejores cómicos del país.

Harlem, que en sus monólogos siempre esquiva temas como la política, el sexo y religión, recaló en el Auditorio hace dos años con su anterior espectáculo, Cómicos , una hora y cuarenta minutos de carcajadas sin tregua. Harlem confesaba que en los monólogos siempre recurre a los temas le gustan y que su principal fuente de inspiración suelen ser los periódicos, las películas y, sobre todo, la vida corriente. «El público agradece reírse de lo que él mismo siente y de lo que ve habitualmente», según el cómico berciano.