CULTURA
Stephen King asusta con Frankenstein
El maestro del terror aborda en ‘Revival’ los experimentos después de la muerte .
No hace ni siquiera una semana que Stephen King era condecorado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuando el popular escritor vuelve a ser noticia. Mañana lucirá en los estantes de las librerías la nueva novela del maestro del terror, Revival (Plaza y Janés). La última obra de King, al menos en lo que a traducciones al español se refiere, es un cruce entre Frankenstein, Lovecraft y Poe. Tan sugestivo mestizaje obedece a que el narrador cuenta una historia de predicadores reconcomidos y experimentos post mórtem, todo ello aderezado con esa atracción por el horror que pone los pelos de puntas al lector.
La historia de Revival se desarrolla en una pequeña ciudad de Nueva Inglaterra. La acción comienza cuando el niño Jamie Morton conoce a un pastor metodista de imponente figura. Los dos se reencontrarán años después: Jamie convertido en un portentoso guitarrista castigado por la heroína y sin otro oficio que tocar en garitos cutres; y Charles Jacob, en un predicador que oficia curaciones milagrosas con el concurso de la electricidad.
Príncipe de la oscuridad
A sus 67 años, King es un prolífico autor que regala a sus lectores dos novelas al año. En España, su editorial dosifica las entregas para no quemar los títulos. Revival, con algo más de 400 páginas, supone la vuelta sus orígenes. El príncipe de la oscuridad, quien ha escrito más de 50 libros y lleva vendidos unos 400 millones de ejemplares, sabe de lo que habla en esta novela. Recrear la vida de un adicto a los drogas no le ha resultado difícil, pues él mismo estuvo enganchado a la cocaína, el alcohol y las pastillas. Su dependencia era tan infernal que no tiene el más mínimo recuerdo de cómo gestó libros como Cujo o Los Tommyknocker.
Porque King consumía todo aquello que colocaba, desde cerveza hasta jarabe para la tos. Es cierto que unas cañas nunca vienen mal, pero es que el escritor no tiene pudor en confesar que trasegaba hasta 26 latas diarias. El cine y la televisión siguen rifándose sus historias, aunque no se siente muy bien tratado por los directores de la pantalla grande.
A medida que pasan los años la producción del maestro del horror se va revalorizando. Él mismo no se toma muy en serio y sabe de sobra que no es un genio ni un Melville de la literatura.
En la nota final de agradecimientos con que termina Revival hay una mención especial a su mujer, Tabitha Spruce, quien se lee todos sus manuscritos y le advierte de sus puntos débiles. Fue su esposa la que rescató de la papelera un texto inacabado que a King no le gustaba. Spruce recogió las páginas de lo que después sería Carrie, su primera novela.
En Revival hay una presencia muy acusada de la religión. No en balde uno de los personajes principales es un reverendo que reniega de Dios cuando su familia muere. Para el escritor, los credos son un «arma peligrosa de la que mucha gente ha abusado».