León se cuela en el Museo Gaudí

Mil metros cuadrados y tres plantas en el corazón de Barcelona. El Museo Diocesano de la capital condal, un edificio del siglo XV, ha sucumbido al influjo de Gaudí, al que ha decidido dedicarle un espacio propio: The Gaudí Exhibition Center. Maquetas, artefactos y documentos conviven con las nuevas tecnologías. El mundo del genial arquitecto ha sido recreado mediante realidad virtual por la empresa Samsung, que ha desarrollado más de 20 audiovisuales. Un universo en el que también tienen cabida los dos edificios que Gaudí construyó en León: la casa Botines y el Palacio Episcopal de Astorga.

Ambas obras no sólo se mencionan en la audioguía que reciben los visitantes, sino que el San Jorge que corona la fachada principal de Botines ocupa un lugar destacado en uno de los audiovisuales.

Además, el nuevo museo situado en la céntrica Pia Almoina alberga en la exposición Paseando con Gaudí un texto de gran influencia en el arquitecto catalán. Se trata de Carta pastoral sobre el estado de las clases obreras según la Encíclica de Su Santidad Rerum Novarum: causas y remedios del conflicto social, obra del obispo Grau, que la publicó durante su etapa de obispo en Astorga. Grau fue el gran protector de Gaudí, que se juró a sí mismo no volver a poner los pies en la capital maragata. «Ni subido en globo volvería a cruzar esa ciudad», llegó a decir.

El rechazo, por dos veces, a su proyecto y numerosos obstáculos y trabas administrativas, que van retrasando y reformando su obra, acabarán por desesperar al arquitecto. La obra parece condenada desde un principio. Incluso, en pleno proyecto muere el contratista, sin duda un importante colaborador. A estos sucesos hay que añadir el fallecimiento en accidente del obispo Grau, el único eslabón que había sujetado a Gaudí a una obra en medio de tantas decepciones.

Pere Jordi Figuerola, comisario de la exposición Paseando a Gaudí y miembro de The Gaudí Research Institut, explica que «dado el gran número de obras de que se dispone, se están programando exposiciones itinerantes que incorporarán capítulos sobre las ciudades de acogida y su vinculación con Gaudí. Por ejemplo, tenemos información sobre los numerosos viajes que hizo Gaudí por León y Astorga». El arquitecto estuvo, como mínimo, nueve veces en Astorga en los cuatro años que estuvo al cargo de las obras. Aunque en Botines no hubo problemas de presupuesto, entregas ni cobro, los niños cantaban: «La casa de los Botines se cae, se cae...». Esta misma impresión era compartida por los profesionales locales, que estaban convencidos de que aquello no podía sostenerse. Cuando Gaudí se enteró, llegó a anunciar: «Quiero que me envían esas críticas por escrito, para enmarcarlas y colocarlas en el vestíbulo de la casa cuando esté acabada».

Que la exposición Paseando con Gaudí viaje a León y Astorga dependerá «del interés de la ciudad de acogida», según el comisario de la muestra.