CULTURA
El leonés Eduardo Arroyo, candidato a un sillón de la RAE
Los otros aspirantes son el ex ministro Josep Borrell y la filóloga Paz Battaner
Arroyo y el ‘Cordero místico’ que expuso en el Prado
Es sobre todo conocido por su faceta de pintor, pero el artista madrileño de raíces lacianiegas Eduardo Arroyo también ha cultivado los terrenos de la escultura, la cerámica y la escenografía, ha escrito ensayos y relatos y ejercido de activador cultural en su valle de origen. Ahora, además, aspira a ocupar el sillón que dejó vacante la narradora Ana María Matute en la Real Academia Española, en pugna con el autor y político socialista Josep Borrell. Ambos fueron presentados ayer como candidatos al citado escaño mientras que la filóloga salmantina María Paz Battaner es la única aspirante a la plaza que José Luis Pinillos ocupó en la RAE.
La candidatura de Arroyo, uno de los creadores españoles más destacados, cuenta con el aval de los académicos Juan Luis Cebrián, Francisco Rico y Salvador Gutiérrez —catedrático vinculado a la universidad leonesa desde los años ochenta—, mientras que de la de Borrell, exministro de Obras Públicas y expresidente del parlamento europeo, fue respaldada por José Terceiro, Luis María Anson y Carme Riera. A su vez, Ignacio Bosque, Margarita Salas y Miguel Sáenz propusieron a Battaner (Salamanca, 1938), catedrática de Filología Española de la Universidad Pompeu Fabra y gran experta en lexicografía.
El plazo de presentación de candidaturas para la vacante de Pinillos, fallecido en noviembre de 2013, terminó el pasado sábado, por lo que en principio Battaner no debería tener dificultades para salir elegida académica y convertirse así en la octava mujer que habría actualmente en la RAE y en la undécima en los tres siglos de historia de esta institución.
Otros candidatos
En la academia hay 46 sillas y, tras la muerte de Ana María Matute en junio de 2014, sólo siete mujeres forman parte de ella en la actualidad: Carmen Iglesias, Margarita Salas, Inés Fernández Ordóñez, Soledad Puértolas, Carme Riera, Aurora Egido y Clara Janés, que aún tiene pendiente la lectura de su discurso. Con anterioridad, fueron también académicas Carmen Conde (1979) y Elena Quiroga (1984).
Por contra, Borrell y Arroyo lo tienen más complicado que Battaner, puesto que los dos compiten por el sillón K, ocupado por Matute hasta su muerte, y es difícil aventurar cuál de ellos puede obtener más votos. Además, hasta el 16 de noviembre no se cierra el plazo de presentación de candidaturas de dicha vacante, y cabe la posibilidad de que haya alguna más. El tres de diciembre tendrán lugar las votaciones para ambas plazas.
En la RAE necesitan especialistas en diversas ramas para hacer el Diccionario y actualmente no cuentan con ningún ingeniero. Ese sería el motivo principal por el que, según fuentes consultadas, se ha propuesto a Borrell, ingeniero aeronáutico y doctor en Ciencias Económicas.
No obstante, en la RAE no han faltado políticos entre sus miembros, sobre todo en tiempos pasados, cuando fueron académicos figuras tan importantes como Emilio Castelar, Antonio Maura y Niceto Alcalá-Zamora.
La ausencia en la Academia de un representante de las Bellas Artes sería el motivo que late tras la candidatura de Eduardo Arroyo (Madrid, 1937), que ha compaginado la actividad pictórica con la escultura, la cerámica y la escenografía. Ganó el Nacional de Artes Plásticas en 1982 y es también escritor.
Encuadrado dentro del movimiento ‘nueva figuración’, Eduardo Arroyo expone regularmente en los principales centros artísticos de Europa y América y, en calidad de escritor, ha publicado obras como Treinta y cinco años después, Panamá Al Brown, 1902-1951, y su autobiografía Sardinas en aceite.