Por la redención de la mujer

La mujer ha sido objeto a lo largo de toda la historia de la humanidad de humillaciones, vejaciones e, incluso, hasta de asesinatos en su propia casa. Ni la llegada del siglo XXI ha conseguido desterrar las terribles circunstancias que rodean a las mujeres. Aún hoy sigue habiendo múltiples guerras en las que las mujeres se consideran auténticos trofeos de guerra y son torturadas y violadas de la misma forma que lo hacían los soldados de hace tres mil o cuatro mil años. Y no olvidemos las cifras aterradoras de la violencia doméstica, cuando el compañero y supuesto amigo acaba por convertirse en torturador y asesino.

Como una aportación a la lucha por la redención femenina, Isabel Alonso presenta en el Auditorio Ciudad de León una exposición que ha titulado Contra nuestra voluntad. En tiempos de guerra. En tiempos de paz. La muestra es «una propuesta artística articulada —explica la autora— a través del espacio tomado como referente: la sala de exposiciones». ¿Por qué esta temática? «Entiendo que desde el arte se pueden formular preguntas que cuestionen lo que vemos, eso que puede parecer inocente, pero que está imbricado en unas condiciones sociales determinadas, de las que nadie vive ausente, ni siquiera en el arte. El año 2015 tiene su significación, pues en febrero de 2008 se lanzó la campaña Únete, impulsada por la ONU para poner fin a la violencia contra las mujeres. Una iniciativa global encaminada a prevenir y eliminar la violencia contra mujeres y niñas que en este año concluye, revisando los objetivos conseguidos. Se convoca a los Estados y a toda la sociedad, de forma individual o colectiva, a sumar esfuerzos para eliminar y prevenir esta realidad».

Una muestra «viva»

La exposición en sí es un elemento vivo que irá creciendo a lo largo del tiempo hasta completar los tres espacios expositivos del Auditorio Ciudad de León. En este momento consta, exactamente, de dos instalaciones y dos vídeo creaciones.

«Una tira continua de papel —define— que adquiere identidad propia, que registra la frecuencia del miedo, que quiebra el silencio. Un testimonio que afirma lo que se puede leer en el olvido a través de una narrativa poética que pretende traer a nuestra presencia algo que no está ahí, y que continuamente sucede a cada momento en cualquier parte del mundo, en el cuerpo de miles de mujeres. Su dignidad es vulnerada en ese continuo de violencias que recorre sus vidas. Como dice Doris Salcedo, la palabra que define mi obra es impotencia. Soy completamente impotente. El arte no salva, no existe redención estética, no se puede hablar de impacto social. Lo que el arte puede crear es esa relación afectiva que transmita la experiencia. A pesar de la impotencia el arte puede, en cierta medida, devolver esa humanidad que ha sido arrebatada».

Isabel Alonso es una artista que prefiere fijar su atención más en el contenido que en continente de sus obras. En esta acumulación de instalaciones lo importante es el mensaje en busca de la redención femenina.

Y lo más original de la muestra es que no se limita a los objetos expuestos, sino que durante el próximo mes continuará creciendo y aportando nuevos datos a su importante mensaje.