‘Teté’ y un señor de Murcia llegan a León

Mihura es indestructible. El legado teatral del autor madrileño no sabe de modas ni de cambios de siglo y sus historias no caducarán jamás porque conectan plenamente con el lado más íntimo del ser humano, porque siempre aparecen pobladas de personajes patéticos o entusiasmados, cándidos o descreídos, de una ternura tal que a veces resulta hasta dolorosa, tantas veces atrapados en la telaraña del vivir. Y hoy en el Auditorio Ciudad de León se representa una de sus creaciones más conocidas, Ninette y un señor de Murcia, en versión de César Oliva y con la participación de algunos rostros muy conocidos del teatro y la televisión en España: Miguel Rellán, Javier Mora, Julieta Serrano, Jorge Basanta y Natalia Sánchez, actriz a la que muchos siguen identificando como la adolescente ‘Teté’ de la serie Los Serrano pero que ya acumula un nada despreciable bagaje artístico sobre las tablas y también en la grande y la pequeña pantalla (Amar en tiempos revueltos, La memoria del agua...).

La historia es bien conocida: Andrés, un señor de Murcia, viaja a París con el fin de vivir una aventura tras recibir una herencia. Es el prototipo del español reprimido y banal, que piensa que la libertad que no disfruta en su país está en Francia. Por mediación de un amigo, Armando, se instala en un piso de un barrio popular, propiedad de Pedro y Bernarda, exiliados desde la Guerra Civil y padres de Ninette, una típica francesita, con la que Andrés vive una relación erótica en su primera noche.

«A partir de ahí se producen una serie de acontecimientos que imposibilitan que Andrés baje siquiera a la calle a ver su anhelado París», recuerdan los productores, la compañía La Ruta y Teatro Circo Murcia.

En palabras del director César Oliva, la obra se estrenó en 1964, cuando el régimen de Franco alcanzaba los ‘25 años de paz’, según el eslógan de la dictadura. «La España de entonces todavía vivía sumida en un sistema de valores en los que la sexualidad permanecía al margen de cualquier manifestación externa; en ese sistema la represión era moneda de uso corriente. Para terciar en el tema, Mihura, que era un escritor de comedias, no un filósofo ni un teórico de la literatura, inventó la historia de un provinciano que viaja ilusionado a París para pecar. En ese sentido, la obra contiene una profunda y turbia raíz erótica que, medio siglo después de su estreno, se manifiesta espléndida y sugestiva».

Lugar: Auditorio Ciudad de León.

Hora: 21.00.

Entradas: 15 euros.