El último disparo de Balacera

Lo mejor llega al final. Cuando se le pregunta a Juan Carlos Morán, alma del combativo, laborioso, apasionado —y aparentemente incombustible— grupo astorgano Balacera por su concierto del próximo 21 de noviembre (Club House Libertados, a las 21.00), un concierto de ‘fin de existencias’ en el que echarán el cierre a 16 años de contundencia sonora y vocal. «¿Qué vamos a ofrecer? Pues lo mismo que cada una de las 300 noches anteriores. Rock’ n’ Roll y actitud. Es lo que merecen todos los que se gastan unos euros para venir a vernos....».

Así han venido siendo los Balacera. Honestos. Directos. Peleones. Y no han variado el talante desde 1999, cuando tres amigos del astorgano barrio de Santa Clara empezaron a juntarse en un garaje —cómo no— para hacer versiones de las bandas que les gustaban y matar los ratos libres. «Sabían que había acabado un proyecto anterior y me propusieron pasar por el local de vez en cuando para echar una mano. En principio iba para ayudar al batería, que estaba empezando, pero acabé agarrando el micro porque no tenían a a que nadie que cantara», recuerda Morán, y añade: «Me reconvirtieron de batería a algo parecido a un cantante (risas)... y ahí empezó esta historia».

Darío Correas, José Sierra, Bienvenido Miranda, Alejandro Ballesteros, Pablo del Blanco y J. Carlos Morán, en varios momentos de su historia.

Y sí, al principio se trataba sólo de pasar el tiempo, pero «el hecho de empezar a escribir material propio y las ganas de ponerlo en funcionamiento hicieron el resto». En el fardel, cinco discos, un LP y cuatro EPs. «Este último es nuestro formato favorito puesto que hemos mantenido la más absoluta independencia y somos ‘auto-todo’: edición, promoción, contratación y gestión de la banda ha sido siempre asunto nuestro, el hecho de sacar discos cortos nos ha ayudado a mantener ese ritmo». ¿Y el directo? «Balacera ha hecho más de 300 noches de escenarios. Los primeros años tocábamos cuándo y dónde nos llamaran, sin más —cuenta—. Pero a partir del tercer disco empezamos a plantearlo de forma distinta. Publicación de disco, gira de presentación y a casa». En cuanto a los conciertos especialmente destacables, afirma Juan Carlos que en el grupo «siempre hemos pensado que cada uno tiene su encanto, independientemente del lugar y el aforo, aunque no podemos negar que habido ocasiones especiales, como la primera vez que presentamos disco en Madrid o un concierto en Bilbao para apenas 20 personas pero con una respuesta brutal». «Y siempre nos acordaremos de gente como Kutxi Romero, que no dudó un instante en venir a León para grabar con nosotros, de Arturo Fernandez (Básico), o de haber podido contar con Chiri y Víctor de Madera Rock, una banda por la que siempre hemos sentido especial devoción». «Aún así, nada nos ha gustado tanto como jugar en casa —incide—. Ha habido noches memorables en el Gran Café o, como se volverá a repetir, en el Club House de Libertados el día 21».

En todo caso, ¿por qué dejarlo, y por qué ahora? «El asunto es que, en este momento, la banda no puede seguir su ritmo habitual debido a compromisos y horarios de trabajo —explica Juan Carlos Morán—. Hay que tener en cuenta que ser independiente tiene este precio... Y, ante esto, preferimos meternos en el congelador antes de dejar morir a Balacera poco a poco. Eso sí que sería triste».

¿Con qué se queda Balacera después de tantos años tocando, viajando y conociendo gente? «Sin duda, con los amigos». «Los que han estado sobre el escenario, en el backstage y abajo, de público. No debemos olvidar que Balacera ha sido una auténtica familia. Aquí todos hemos remado. Aunque mentiría si negara que la sensación de estar sobre un escenario y ver cómo el público corea tus temas es algo digno de ser vivido. Siempre lo digo: puedes hacer puenting, tirarte en paracaídas o saltar desde un satélite. Si no te has subido a un escenario para tocar rock no sabes lo que es un subidón de verdad», mantiene.

¿Es que resulta realmente difícil, por no decir imposible, hacerse un hueco en este mundo fuera de los grandes circuitos? «Eso depende de lo que busques —responde sin dudar—. Si quieres ganar plata y salir en la tele, ahí tienes la industria y la farándula. Si lo que quieres es tener un grupo de Rock’n’Roll, hazlo. Sin más. Nosotros somos la prueba viviente. Nunca fuimos ni buenos músicos ni guapos. Pero nos recorrimos el país, sacamos nuestros discos y vivimos lo bueno y lo malo de esta historia».