El ex líder de Pereza se baja ‘En Marcha’ en el Gran Gafé

Uno de los mejores piropos que se podría gastar Rubén Pozo, al igual que su compadre Leiva, es que ahora son las mejores caras B de Pereza. El otro éxito, el de que hubiera quien los confundiera con El Canto Del Loco, por poner un ejemplo, que llenarán recintos sólo reservados para los grandes, es tan relativo, como sacar a colación a nombres que lideran la escena rock y tan sólo son carne de entretenimiento.

Ellos no eran así. Pereza eran, así como dato general, más de dos millones de visitas en youtube a una de sus canciones. Y ahora, en solitario, Pozo acumula cien mil, doscientas mil, más o menos, que es una barbaridad, pero menos. Es mejor la canción menos visitada.

En ese ajuste de cuentas a la baja, lo que es seguro es que hoy en León se verá a un Rubén Pozo con un repertorio amplio, con muchas canciones en las que el pop y el rock se equilibran en unas melodías que él maneja como nadie y como propias, para que sus letras sean un hilo narrativo, muchas, directas y también en primera persona.

Con En marcha, su segundo disco, gira en diferentes versiones y, algunas de ellas, como la que toca en El Gran Café, en acústico. Y es una buena oportunidad para que este amante de los clásicos dé rienda suelta a un repertorio que siempre se supera y pocas veces cae en la sequía creativa. Puestos a salirse de sus lugares cómodos, incluso el ex Pereza se lanza en ocasiones a órdagos como el que se puede encontrar en este En marcha y que es un bonus track de, nada más y nada menos, que el Starman de Bowie.

Hay una faceta a reivindicar en Rubén Pozo y no es otra que sus andanzas poéticas y rockeras con el siempre certero Benjamín Prado, lo que da señas de una vocación artística que prefiere los caminos menos trillados. Y es que en este vecino de Alameda de Osuna, fundador de Buenas Noches Rose, el primero que tiraba del carro de los Pereza como cantante, hay un músico a la vieja usanza. Tal vez, su secreto para que lo de bajarse en marcha del éxito no parezca una contradicción es que sabe que la vida tiene mucho de caras B. Porque ante Rubén Pozo tenemos a uno de los rockeros más madrileños, aunque nació en Barcelona, y a un atlético convencido que no renunció a ser amigo de Guti, aquel enfant terrible del madridismo originario de la montaña oriental leonesa.

Lugar: Gran Café.

Hora: 22.00.

Entradas: 10 euros anticipada, 12 en taquilla.