A los Goya les sale una ‘novia’

La trigésima edición de los Goya se adivina rarita, sin claros favoritos (aunque La novia se destaque con doce candidaturas) y sin un peliculón que convierta 2015 en un año memorable para el cine español. Podría verse como el triunfo de los productores independientes, pero también como la debacle de los nombres veteranos, que ceden el testigo a cineastas a los que les ha tocado rodar películas en precario. Como era predecible, la cinta que sustentará la industria este año, ‘8 apellidos catalanes’, no recibe ni una nominación. Su premio son los 30 millones de euros que lleva amasados.

La solución, el próximo 6 de febrero en una gala que presentará, precisamente, el actor más visto en salas, Dani Rovira, que el año pasado se llevó el cabezón a actor revelación. Las doce candidaturas de La novia no dejan de constituir una sorpresa. Estrenada el pasado viernes de manera desapercibida en taquilla (décima posición del box office), el segundo largometraje de Paula Ortiz se beneficiará del anuncio de las candidaturas aunque no es probable que logre abultadas recaudaciones. Esta joven directora zaragozana de 36 años firma una personal adaptación de Bodas de sangre de Federico García Lorca y apuesta por llevar una estética relamida y barroca hasta el paroxismo. La preciosista fotografía y una cámara lenta digna del más sobado videoclip ahogan el texto de Lorca e impiden cualquier asomo de emoción pese al triángulo amoroso de dolor, sufrimiento, amor y pasiones. Ortiz, aspirante asimismo al Goya a la mejor dirección, se mostraba exultante por haberse «colado» en las nominaciones.

El bilbaíno Asier Etxeandia recibe a sus 40 años su primera nominación; junto a él, Luisa Gavasa compite como actriz de reparto e Inma Cuesta, la desgarrada novia lorquiana, como protagonista.

Con nueve candidaturas también resulta inesperada la presencia de Nadie quiere la noche, el largometraje de Isabel Coixet que fue masacrado por la crítica española cuando tuvo el honor de inaugurar el Festival de Berlín. Una particular cinta de aventuras que narra el drama de Josephine Peary, mujer del explorador Robert Peary, que tuvo la osadía de intentar reunirse con su marido para compartir con él la gloria de descubrir el Polo Norte. Coixet rodó Nadie quiere la noche en inglés y en localizaciones extremas de Noruega y Bulgaria. Su protagonista, Juliette Binoche, soportó temperaturas de treinta grados bajo cero. La actriz francesa recibe la recompensa de una candidatura que tiene tres duras rivales: Penélope Cruz, la madre enferma de cáncer de ma ma de Julio Medem; Natalia de Molina, otra madre, esta vez desahuciada de su hogar en Techo y comida; y la citada Inma Cuesta de La novia. La otra estrella internacional en los Goya es Tim Robbins, nominado como actor de reparto por Un día perfecto. La cinta muestra el absurdo de la guerra y de la consiguiente posguerra, con una fauna en la que se mezclan cascos azules, buscavidas, combatientes resentidos y las ONG internacionales que León contempla sin un ápice de buenismo aunque eso no les reste humanidad.

Con ocho candidaturas, la película de Fernando Leon empata con El desconocido, el estupendo thriller del debutante Dani de la Torre que mezcla con desparpajo cine de acción y denuncia social. Un empleado de banca que coló preferentes a sus clientes sufre su venganza con una bomba colocada en los bajos de su coche, que no podrá detener si no quiere saltar por los aires. Luis Tosar, el mejor efecto especial del filme, podría ganar su cuarto Goya.

El desconocido no entra sin embargo en la categoría de mejor película, en la que sí figuran dos de los trabajos más relevantes del año. A cambio de nada fue el título revelacion del Festival de Málaga por la verdad que desprendía, una historia de barrio con elementos autobiográficos que le llevó a su director, el actor Daniel Guzmán, seis años de escritura de guion.

La mejor película del lote, Truman, debe conformarse con seis candidaturas. En el catálogo de desvaríos varios, los Goyas convierten al veterano Fernando Colomo, 69 años, en candidato a actor revelación por Isla bonita. Otro feo detalle es que la vicepresidenta de la Academia, Gracia Querejeta, compita por un Goya como cortometrajista en vez de dejar sitio a los debutantes. ¿Y Regresión de Amenábar y Mi gran noche de Alex de la Iglesia no se merecían algo mejor?