De estudiar Minas a localizar películas

¿Cómo se pasa de comenzar a estudiar Ingeniería de Minas en León a desempeñar uno de los oficios más desconocidos (pero más vitales) de la industria del cine, el de localizador de películas? «La vida, que te va llevando», esboza Ricardo Ferrari Lozano, uno de los profesionales más reclamados en su sector, que ha encontrado los escenarios adecuados para decenas de títulos y que acaba de trabajar para una auténtica superproducción como es The Promise, protagonizada por el actor galés Christian Bale.

Estaba claro que lo de Minas no era lo suyo. Aunque nació en Madrid en 1976, Ferrari mantiene una gran vinculación con León sin contar con su período universitario, ya que es sobrino del cineasta Julio Suárez, en cuya casa vivió durante aquella etapa juvenil. Acabó dejando los estudios de ingeniería y se marchó a Estados Unidos para afianzar el inglés y no perder el año, y después se matriculó en Imagen y Sonido en una escuela privada madrileña. Fue justo después de conseguir esa titulación cuando su tío comenzaba a rodar la muy leonesa A galope tendido y le ofreció la idea de colaborar como ‘meritorio’ («trabajar sin cobrar, vaya; una especie de becario pero, eso sí, aprendiendo mucho», aclara), primero ayudando al director y después en calidad de auxiliar de producción.

No lo debió de hacer mal Ricardo Ferrari porque poco después le llamaron de otra película, luego de otra... y así acabó especializándose en el rastreo de los lugares más idóneos —tanto interiores como exteriores— para situar las más diversas producciones. De esta forma y, entre otras, ha trabajado en El Bola, de Achero Mañas; Roma, de Adolfo Aristaráin; Tocar el cielo, de Marcos Carnevale; Gordos y Azuloscurocasinegro, de Daniel Sánchez Arévalo; y también en infinidad de anuncios publicitarios, sector en el que últimamente, desde que la crisis se cebara con el séptimo arte español, se había implicado de manera especial. «Ahora se nota que el cine está remontando, de hecho es en estos momentos cuando me están volviendo a salir trabajos en películas», informa, anotando además que fue en concreto la repentina mejora del sector publicitario lo que le hizo ver el comienzo del repunte: «Es el mejor indicador. Cuando la publicidad crece quiere decir que aumenta el consumo y que todo va para arriba».

Armenios en España

Y uno de los últimos filmes en los que ha trabajado es la superproducción The Promise, protagonizada por Christian Bale, centrada en el drama armenio y para el que sus responsables precisaban paisajes similares a los de Turquía, país en el que, por razones de seguridad —y su no reconocimiento del conflicto—, era imposible rodar. En este caso, Ferrari les facilitó escenarios en Almería, Murcia, Toledo o Teruel (Albarracín, por ejemplo, se convirtió en un zoco otomano). Pero también está embarcado en La reina de España, de Fernando Trueba y protagonizada por Penélope Cruz.

«Al final se te acaba educando el ojo», explica con respecto a los retos de su oficio. «A veces un paisaje precioso no vale y otro que no lo es tanto puede ser perfecto, el lugar tiene que tener ‘algo’, y para hallar ese ‘algo’ es básico leerse el guión y hablar con el director, conocer al detalle su idea de la película», argumenta quien no sólo se encarga de buscar un bosque, un castillo, un entresuelo o los balcones desde los que conversan dos vecinos sino también de «tramitar permisos, conseguir licencias, facilitar mapas...», por lo que está presente en cada rodaje en calidad de, como se dice en inglés, location manager.

Y a la pregunta de por qué en León se registran tan pocos rodajes, expresa que la cuestión «no es fácil». «Todo parte de un guión pero está supeditado a un presupuesto, así que normalmente se buscan espacios cercanos a los lugares de residencia de técnicos y actores, que mayoritariamente son Madrid y Barcelona, para que los costes de desplazar los equipos no sean excesivos», dice.

Eso sí, personalmente prefiere rodar fuera de Madrid. «Aquí todo es más agresivo e interesado, siempre te preguntan ‘pero, ¿cuánto me vais a pagar?’ mientras que fuera es ‘¡qué alegría que vienen a rodar al pueblo!’».