La imaginación toma el poder
Ocho ilustradores leoneses del grupo Pila exponen en el Quindós.
Se denominan Pila, que quiere decir Asociación de Ilustradores Profesionales de León y se unen periódicamente para exponer ante sus conciudadanos una muestra de sus trabajos. Son más, una docena creo, pero en este caso, en ese contenedor de arte que es el Hotel Quindós, presentan sus obras ocho de los asociados.
La muestra es divertida y amena, en ella se entrecruzan los estilos más dispares, desde las divertidísimos dibujos digitales de Pablo Je Je, antes Ga Ga, a una extraña casa en tres dimensiones poblada de pequeños y trastos gatitos. Hay referencias al cómic, a la ilustración de la literatura fantástica y también a pinturas destinadas a poner color a la literatura infantil.
Pablo Je JE, Laura Bécares, Pablo Pino, Javi de Castro, Alejandro Terán, Raquel Lanza, Macamen de la Vega y Óscar Rubio, han decidido proponer como prólogo de la exposición una inmensa pared negra en la que han puesto de relieve con tiza sus nombres y a su lado una de sus obras más características. Después, en el recorrido de la muestra hay innumerables sorpresas, todas agradables.
Laura Bécares es la presidente de Pila, y ella nos cuenta que «La cosa empezó en el verano del 2014, con una exposición de coleguillas que nos dedicamos a la ilustración. Entonces pensamos que estaría bien unirnos para dar visibilidad a nuestro trabajo y reclamar unas condiciones de trabajo más dignas».
Los ilustrados tienen normalmente el libro como vehículo para su trabajo.
En León el mundo editorial que fue esplendoroso ha caído mucho. ¿Significa eso que se han cerrado muchas puertas para vuestra labor profesional? «Más allá de esta crisis —dice Laura— la parte positiva que se puede sacar es que ahora mismo las editoriales se lo tienen que currar más a la hora de publicar, tienen que hacer las cosas mejor… y ahí los ilustradores tenemos por delante una oportunidad importante. Si los libros se cuidan más, también tendrán que añadir a los textos unas ilustraciones importantes».
Son jóvenes, están llenos de ilusión y, sobre todo, son grandes profesionales. Asombra contemplar la belleza de las obras de estos ocho grandes artistas que llenan de imaginación y aventura las nobles paredes del, como decíamos, ese contenedor de arte que desde siempre ha sido el Hotel Quindós.