Diario de León

EXPOSICIÓN

León revive la valentía de ‘los otros Schindler’

El Centro de Idiomas acoge la exposición ‘Diplomáticos españoles ante el Holocausto’ l La hija de Ángel Sanz Briz habló de cómo su padre salvó a 6.000 judíos en Hungría.

Ángela Sanz-Briz Quijano, en la inauguración de la exposición y poco antes de ofrecer su conferencia. jesús f. salvadores

Ángela Sanz-Briz Quijano, en la inauguración de la exposición y poco antes de ofrecer su conferencia. jesús f. salvadores

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León

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e. gANCEDO | león

Eduardo Propper de Callejón y Bernardo Rolland de Miota en Francia, Santiago Romero Radigales en Grecia, Julio Palencia en Bulgaria, José de Rojas en Rumanía, Ángel Sanz Briz y Jorge Perlasca en Hungría... Puede que ninguno de estos nombres propios le suene a lector, pero fueron diplomáticos españoles que lograron salvar las vidas de miles de judíos europeos perseguidos por el nazismo concediéndoles los visados necesarios para poder abandonador sus respectivos países y ponerse a salvo. Lo que sucede es que ellos no tuvieron a un Spielberg que contara su historia...

Eso sí, el Centro de Idiomas de la Universidad de León (junto al Jardín de San Francisco) inauguró ayer la exposición Visados para la libertad. Diplomáticos españoles ante el Holocausto, producida por el Centro Sefarad-Israel y que da cuenta de la desinteresada y valiosísima labor humanitaria de todas esas personas en los trágicos años de la II Guerra Mundial

Entre las personalidades encargadas de abrir una exhibición que cierra en el ciclo Memoria del Holocausto, impulsado por el colectivo leonés Sofcaple, estaba Ángela Sanz-Briz Quijano, hija del aragonés Ángel Sanz Briz y quien ofreció, después del acto, una semblanza de quien ocupara el cargo de embajador en Hungría en 1944. En ella puso de manifiesto cómo los documentos firmados por él, sus grandes dotes diplomáticas y su proverbial capacidad de persuasión propiciaron que casi 6.000 judíos fueran salvados de los campos de la muerte.

«Entre 1939 y 1945, miles de personas víctimas de las leyes raciales nazis pudieron salvar su libertad y sus vidas gracias al compromiso ético y a la labor humanitaria que, por propia iniciativa y en circunstancias muy adversas, desarrollaron diplomáticos españoles destinados en territorios bajo administración alemana o de gobiernos colaboracionistas de países ocupados», transmitió Sofcaple.

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