Eusebio Aláiz expone en Camarote Madrid

marcelino cuevas | león

Eusebio Aláiz fue el ganador del Premio de Fotografía de la Semana Santa de Camarote Madrid 2015. Ahora el veterano fotógrafo expone su colección de imágenes de la Semana Santa en el espacio del Camarote Madrid.

Confiesa el artista que él, de alguna manera, no vive el momento de procesiones desde dentro. «No me gusta procesionar pero tengo dos hijos que desde muy pequeños han sido cofrades. Por eso he asistido cada año al paso de casi todas las procesiones. Ha llegado el momento en que ellos llegaron a una edad en la que ya no me necesitaban y entonces he seguido asistiendo al paso de las procesiones desde otro punto de vista, desde la visión del objetivo fotográfico». En la exposición que estos días presenta en el Camarote Madrid Eusebio Aláiz conjuga la fotografía en blanco y negro con el color. «Las dos facetas me interesan –explica- normalmente todas mis fotografías las hago en color. Luego trabajando con ellas, intentando llegar a lo más profundo de la imagen, unas veces termino positivándolas en blanco y negro y otras con todos sus colores. Aunque debo reconocer que el blanco y negro tiene un encanto especial. La fotografía con la que gané este premio el pasado años era en blanco y negro». El artista refleja las procesiones leonesas desde el punto de vista del espectador que espera al borde de la acera el paso del cortejo de la Semana Santa. No busca efectos extraños, se conforma con parar el tiempo en unos momentos determinados, de congelar ese instante que para él refleja el verdadero sentido de las procesiones. Desde las capuchas coloristas de los papones a las sonrisas mágicas de las manolas que ponen una nota alegre en un entorno de tragedia.

Una vez más debemos resaltar la importante labor que se está haciendo por el arte leonés desde el Camarote Madrid. Javi Camarote se está convirtiendo, por derecho propio, en el más generoso mecenas del arte leonés. El premio de pintura, que ha cobrado importancia nacional. Las exposiciones con fines benéficos. El espacio permanente dedicado a los jóvenes creadores, y exposiciones puntuales, como esta dedicada a la Semana Santa, hacen que el Camarote Madrid sea más que un concurrido establecimiento hostelero. Se ha convertido en una de esas bohemias cuevas culturales que triunfaban en las grandes ciudades europeas a mediados del pasado siglo. Que todo siga igual.