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Imagen de archivo de la actriz Zoe Saldaña. ANDREW GOMBERT

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León

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miguel lorenci | madrid

La polémica racial sigue removiendo las entrañas de la fábrica de sueños. Tras el boicot de los actores negros a los Oscar, denunciando su sistemática exclusión de las candidaturas a los grandes premios de Hollywood, es ahora la familia de Nina Simone la que pone el grito en el cielo. Creen que Zoe Saldaña, la actriz que encarna en Nina a una de las grandes damas del jazz, no es lo «suficientemente negra». Que no es la más adecuada para recrear en la pantalla a la cantante de poderosa voz, una Nina Simone que fue además una significada luchadora por los derechos de los negros y contra la segregación racial. La polémica estalló con la difusión del tráiler de la película, sobre la que llovieron las críticas por el maquillaje para oscurecer tanto la tostada piel de Saldaña, de origen dominicano y puertorriqueño, como por la prótesis nasal que se colocó a la actriz para acentuar su parecido con Simone. Una avalancha de protestas incendió las redes sociales sugiriendo que otras actrices afroamericanas, como Viola Davis o Kimberly Elise, podrían encarnar el papel en lugar de Saldaña sin necesidad de «africanizar» sus rasgos. «Mi madre creció en una época en la que le decían que su nariz era demasiado ancha y su piel demasiado oscura. Desde un punto de vista físico, Zoe no es la mejor elección», ha lamentado Simone Kelly, hija de la cantante.