Diario de León

El dibujante leonés Martín se atreve con el ‘maldito’ Ducasse

Portada del libro ilustrado por el leonés Martín. DL

Portada del libro ilustrado por el leonés Martín. DL

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verónica viñas | león

Si hay algo irresistible para Miguel Ángel Martín son los personajes ‘malditos’. Y en la historia de la literatura uno de autores más inquietantes es, sin duda, Isidore Ducasse (1846-1870), más conocido por su seudónimo de Conde de Lautréamont, autor de Los cantos de Maldoror, que el dibujante leonés se ha atrevido a ilustrar. Tras el extenuante trabajo del Quijote, en el que Martín se empleó a fondo con 149 ilustraciones en las que no escatima humor ni violencia, ahora le hinca el diente a un mito literario y uno de los escritores más controvertidos de todos los tiempos.

Construida en forma de relatos imaginados, se trata de una obra cifrada que ahora resucita Dilatando Mentes Editorial con una tirada limitada y numerada de 300 ejemplares. Alejandro Castroguer, en el prólogo que escribe para esta edición que incluye además un ensayo a cargo de Francisco González Fernández, afirma que: «Literariamente, Isidore Ducasse fue un viajero rumbo al futuro, un adelantado a su tiempo, un visionario. Sus escritos, muy escasos, no fueron otra cosa que una sonda lanzada en dirección al siglo XX con el vivo deseo de hallar lectores que comulgasen con su credo estético».

Los Cantos de Maldoror, como bien advertía el autor y avisa ahora la editorial, no es apto para cualquier público ni mucho menos. Lautréamont acosa y hostiga al lector para embarcarlo en un viaje a lo sórdido y a las oscuras profundidades de la angustia. La obra, escrita entre 1868 y 1869, ha llegado diseminada a lo largo seis «capítulos» que exigen un viaje perturbador, también en el ámbito lingüístico, hacia los abismos interiores de Maldoror, un personaje que sedujo a artistas como Dalí o Marx Ernst.

Martín, autor de series de culto como Brian the Brain, acostumbrado a deslizarse entre la violencia y la pornografía, ha ilustrado, con su inconfundible estilo, al autor victoriano más amenazador. Los cantos de Maldoror unen al dibujante leonés —censurado en países como Italia— con uno de los escritores más oscuros y prohibidos durante muchos años.

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