Salvan el fantasma de Eslonza
Comienzan en el entorno del antiguo monasterio las obras de consolidación de sus restos Los trabajos incluyen catas arqueológicas y cuentan con un presupuesto de 200.000 euros.
e. gancedo | león
El hormigueo de máquinas y operarios que desde el lunes puede observarse en el entorno del monasterio de San Pedro de Eslonza constituye una estampa histórica: hacía casi dos siglos que en ese emplazamiento abrumado por el peso del pasado no se registraba trabajo alguno más allá del laborioso desmontaje y recolocación de su imponente fachada barroca en la iglesia capitalina de San Juan y San Pedro de Renueva, abierta al culto en el año 1953. Porque desde los tiempos de la Desamortización de Mendizábal, Eslonza no ha dejado de desmoronarse. Ventas sucesivas, diseminación de su riquísimo patrimonio, pillajes y el puro y simple paso del tiempo han dejado el monasterio reducido a unos cuantos paredones y tapias. Una ruina monumental.
Pero el lunes comenzaron las anunciadas obras de consolidación y afianzamiento de sus restos, un proyecto aprobado el pasado mes de octubre por la Comisión de Patrimonio y que incluye una inédita campaña de excavación arqueológica que podría arrojar luz sobre diversos aspectos del cenobio fundado en 912 por el rey de León García I. Amador Aller, alcalde de Gradefes (municipio al que pertenece la localidad de Santa Olaja de Eslonza) explicaba ayer el Diario que el objetivo primordial de los trabajos es «asegurar lo que hay, consolidar las ruinas», y que la segunda parte del proyecto se centrará «en la excavación arqueológica de una parte del conjunto, algo que hasta el momento no se había hecho». Cedido al ayuntamiento de Gradefes por sus últimos propietarios en enero de 2011, el emplazamiento contará, gracias a este proyecto, con aparcamientos, señalización y adecuación de accesos, como detalló Aller. «Lo primero será retirar el metro o metro y medio de tierra que se ha ido acumulando procedente de las propias paredes», dijo, y también comentó cómo los trabajos podrían prolongarse unos tres o cuatro meses, «dependiendo de los hallazgos que se realicen». La idea a largo plazo, además, es hacer posible su visita a través de un recorrido habilitado entre los diversos elementos conservados.
Las obras cuentan con un presupuesto general de 200.000 euros, de los que 120.000 son del Gobierno central (a cargo del 1% cultural), 50.000 del Ayuntamiento de Gradefes y 30.000 de la Junta de Castilla y León.