CULTURA
Los ‘emigrantes’ leoneses del Reina Sofía
El museo madrileño posee obras de García-Alix, Eduardo Arroyo, María Luisa Fernández y Octavio Getino
verónica viñas | león
León es sólo el lugar que portan en el DNI. El camino del arte les alejó de una provincia en la que algunos son unos perfectos desconocidos. La exposición que el Museo Reina Sofía dedica actualmente al maestro cubano Wifredo Lam, que pintó en León algunos retratos rescatados para esta muestra, ha destapado a otros ‘emigrantes’ locales. La pinacoteca madrileña posee en su colección obras de cuatro artistas leoneses, que convivirán durante unas semanas con los modelos que Lam inmortalizó en 1931 en esta ciudad.
Del fotógrafo leonés más internacional, Alberto García-Alix, el Reina Sofía posee un vídeo y doce fotografías, entre ellas uno de sus impactantes autorretratos. García-Alix, al que el Musac dedicó este año la exposición Sombras del viento —cien imágenes rotundas, trabajadas hasta la extenuación, precisas y hasta metafísicas—, ha sabido retratar su propia vida y su entorno como pocos artistas.
Eduardo Arroyo, de ascendencia leonesa y con casa en Laciana, donde pasa largas temporadas, es uno de los grandes artistas en la ‘nómina’ del Reina Sofía, que posee de este polifacético creador once pinturas, una obra sobre papel, un documento y una fotografía. León alberga el único grupo escultórico urbano de Arroyo, las conocidas ‘Moscas’ de Puerta Castillo.
Octavio Getino, fallecido en 2012, fue una celebridad en Latinoamérica y un artista inédito en su tierra. Director de cine, teórico del mundo audiovisual, periodista, guionista, actor y agitador de conciencias, fue especialmente famoso por sus documentales de Perón.
La película La hora de los hornos. 1º Parte: Neocolonialismo y violencia (1966-68) es el único testimonio de Getino que preserva el Reina Sofía. Hijo de un militante de izquierdas de Sopeña de Curueño, su infancia son imágenes de «fusilamientos, racionamientos, monopolio cultural por parte de la Iglesia, carencia de elementales derechos humanos y sociales, soldados moros y alemanes en León ávidos de prostíbulos cercanos a la Catedral..., compensado todo ello con la evasión propia de la infancia en las lecturas de los tebeos, las novelitas de la colección CIA, FBI, Rastros y la concurrencia al gallinero de una o dos salas de cine, entre ellas la de los padres agustinos», tal y como confesó a este periódico pocos meses antes de fallecer. En 1952 sus padres hacen las maletas y embarcan en un navío de la flota mercante argentina rumbo a Buenos Aires. La llegada de la dictadura en Argentina obligan a Getino a exiliarse nuevamente. Comenzará un largo periplo, entre 1976 y 1988, por Perú, México, Costa Rica y Cuba. No volverá a España hasta 1960.
María Luisa Fernández (Villarejo de Órbigo, 1955) es la única leonesa cuyas obras forman parte de la colección permanente del Reina Sofía. Considerada una de las artistas contemporáneas más renovadoras, emigró primero al País Vasco y en los noventa fijó su residencia en Galicia. En 1979 fundó con Juan Luis Moraza el Comité de Vigilancia del Arte (CVA), que indagó en nuevas fórmulas escultóricas. El Reina Sofía posee de esta artista, que en los último años se ha dedicado a la enseñanza en la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra, la instalación Burlas expresionistas (1993) y Artistas ideales. Man Ray (1995).