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CULTURA

El largo sueño de Carmelo

El actor leonés mantiene su decisión de dejar el cine porque duerme “mejor” dedicándose “solo al teatro”

Carmelo Gómez

Publicado por
CARLOS TABERNERO
León

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El actor Carmelo Gómez aseguró hoy que “hace mucho tiempo” que no tiene relación “con el cine español” porque mantiene su decisión de dejar de hacer cine. “Duermo mejor dedicándome solo al teatro”, afirmó. Gómez, que participó por última vez en un rodaje en 2014 cuando filmó 'La playa de los ahogados', explicó así que la decisión llevaba meditándola “casi 20 años” porque mantenía “una especie de amor-odio” con el cine y que ahora ha cambiado su relación.

Gómez realizó estas declaraciones en los instantes previos a su participación a través del coloquio 'Cine negro, actor en blanco' en el XII Congreso de Novela y Cine Negro que se celebra desde ayer en la Universidad de Salamanca, ciudad en la que el actor estudió durante tres años “hace ya mucho tiempo” y donde comenzó su andadura en el teatro. “El teatro es una maravilla, es donde nací, y no tengo con él la relación que tuve con el cine, porque siempre habrá un lugar para hacer algo, aunque sea un remolque, sin la necesidad de un equipo de millones para contar una historia”, relató.

Actualmente, el actor leonés se encuentra realizando una versión de 'El alcalde de Zalamea' que, asegura: “Ha ido muy bien, la gente viene a verlo, sale encantada y puedo hablar en verso, algo que me encanta porque el español dicho en verso es una maravilla y estoy disfrutando muchísimo”. No obstante, Gómez asegura que “del teatro se puede vivir si se ha hecho cine”, ya que reconoce que este último género le dio “unos ahorros” que, señala: “Si no me los quita el McCarthy de ahora, Montoro, tengo para vivir haciendo teatro”.

Así, Gómez reconoció que “económicamente merece la pena hacer cine”, si bien afirmó no saber “lo que se paga ahora”, puesto que ya en los últimos años “iba en picado, se estaban bajando muchísimo los sueldos y la calidad del trabajo y de la vida”, pero concluyó en ese sentido que “el cine sigue teniendo una gran ventaja con respecto al teatro económicamente”. No descarta así volver al séptimo arte, pero sí reconoció estar “ahora mismo muy a gusto” haciendo teatro y señaló que se está “desquitando” del cine. “No veo nada porque es como las drogas, si no las dejas del todo, terminas enganchándote otra vez”, sentenció.

En cuanto a otras facetas del mundo del teatro, como la dirección o la creación de una compañía, Gómez afirmó que le “encantaría” la primera, por ser “una forma de autoría” y porque le “apasiona”, afirmando además que tiene “mirada para hacer una versión, una adaptación o una puesta en escena de cualquier texto teatral, clásico o contemporáneo”, pero que solo lo hará “si surge”, ya que no lo va “a buscar”. Sí descartó con rotundidad la posibilidad de dirigir una compañía puesto que prefiere “pensar en la vida de una forma más participativa, porque hasta ahora siempre he estado volcado en el trabajo”.

Por último, manifestó su convencimiento de que “nadie puede acabar con el teatro” a pesar de que “lo está invadiendo el neorrealismo que ya ha invadido al cine y con el que puede que se cree una situación de confusión”, pero señaló que las tablas “llevan tanta historia que no se le puede decir que se adapte a modas, como el cine o la televisión” y opinó que “ahí está Shakespeare, que se seguirá haciendo siempre, como Calderón de la Barca, Lope de Vega o Valle Inclán”.

Cine negro

En cuanto a la temática del Congreso, donde minutos antes se realizó un pase de su película 'La noche de los girasoles' y en la jornada anterior 'Días contados', Carmelo Gómez afirmó que “el cine negro tiene futuro porque crea intriga, induce o abduce al espectador que es muy partícipe de la trama porque va siguiendo las pesquisas y va sacando sus conclusiones, con personajes fijos, casi tipos, con los que el espectador se identifica enseguida y siente como suyos”.

Así, Gómez señaló que el cine negro “da para un análisis importante si se quiere” porque siempre aparece “en momentos duros” y consideró que el actual podría ser un momento para “reinventar el cine negro”, en el que “siempre hay un escape a las cloacas, donde no hay un mundo de rosas, y donde la cloaca es muchas veces la realidad”.