Diario de León

MINORÍAS ABSOLUTAS

Extremismos

Publicado por
rafael saravia
León

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No todos los extremismos son iguales. El significado social de esta palabra puede remover conciencias si se interpreta de una u otra manera. Es curioso, los extremismos siempre han supuesto una minoría en el pensamiento común de una sociedad. En España, tachan de extremistas a los que luchan por los derechos de la mayoría y los que asumen que no todos tienen los mismos derechos, esos son los equilibrados.

Edward Abbey, escritor estadounidense tenía claro que para salvar el planeta hacía falta una conducta de lucha equilibrada. Decía: «El balance, ese es el secreto. Extremismo moderado».

En ese extremismo moderado se mueven ciertas formaciones de la nueva política que asumen lo necesario más allá de una propaganda efectista. El señor Rivera, por ejemplo, criticaba la represión del gobierno municipal de Barcelona por no permitir poner una pantalla gigante con costes públicos para ver el primer partido de la selección española en la Eurocopa. La señora Colau respondió de manera «extremista» de la siguiente manera: «Hoy hemos anunciado la creación de 847 nuevas plazas públicas de guardería. Antes de ayer la reserva de siete solares municipales para la construcción de 530 pisos de alquiler social. Las dos cosas responden a necesidades reales y concretas de los vecinos y vecinas de la ciudad». Esta clase de extremismos es la que proponen los partidos de cambio como Unidos Podemos en una gestión que está siendo efectiva y no efectista en los ayuntamientos donde gobiernan.

Otra clase de extremismos, los que afean la conducta, son los que vivimos en una sociedad donde los puestos de trabajo que nacen se precarizan, donde empresarios recortan derechos fundamentales como la indemnización por despido a sus trabajadores (en León sabemos de esos empresarios). Donde trabajar 8 horas diarias no es sinónimo de poder vivir con el salario que se genera. Donde las grandes fortunas tributan menos que el panadero de la esquina, donde el poder judicial está mediatizado para evitar juzgar a los propios. Donde la corrupción política es el lema de algunos partidos y genera más de 7500 millones de euros de déficit en las arcas públicas.

Pero claro, vienen los del partido morado a decir que hay que acabar con esos privilegios, vienen a denunciar que nuestras empresas, las del IBEX35, tienen los beneficios que generamos todos en Delaware, en los Estados Unidos —un paraíso fiscal—. Solo allí esas 35 empresas tienen 420 filiales, un 45,4% del total. En este Estado, las empresas del IBEX abrieron 68 nuevas filiales en 2014, representando un 57% del total de incremento de filiales en estas jurisdicciones. Es decir, un sólo edificio de una planta en Delaware tiene más empresas que todo el País Vasco y Castilla y León juntos. Esto denuncia Oxfam y esto propone cambiar el «extremismo» de Unidos Podemos.

Decía Karl Hess: «El extremismo en la búsqueda de libertad no es vicio. La moderación en la búsqueda de justicia no es virtud».

Ahora está en nuestras manos, el 26J, buscar libertad o seguir dejando nuestra riqueza en Delaware.

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