JUAN IGNACIO VILLARÍAS. ESCRITOR
«Escribo por amor al arte nada más»
ALEJANDRO RODRÍGUEZ | LEÓN
Empleado de banca, entrenador de fútbol, profesor de instituto, dirigente deportivo y juvenil o corresponsal de prensa, son algunas de las profesiones que ha desempeñado este escritor. Juan Ignacio Villarías, natural de La Bañeza pero que desde muy pequeño se fue a vivir a Santoña, publica en estas fechas su séptima novela Bula de difuntos.
—En esencia, ¿sobre qué trata su novela?
—No sé si acertaré al afirmar que se trata de una novela urbana, de misterio, paranormal, de intriga, de terror, o un poco de todo, y con un desenlace espero que sorprendente. Trata, en líneas generales, de una casa antigua, recién adquirida por el personaje central, en la que ocurren hechos inexplicables, y cuando el nuevo dueño trata de aclarar esos misterios sin explicación aparente, se encuentra con una sorpresa mucho más inexplicable todavía.
—¿De dónde sale el título ‘Bula de difuntos’?
—Se titula así porque las bulas de difuntos ya dejaron de expedirse. Antes las compraba la gente, pues había que pagarlas, en sufragio del alma de algún difunto reciente, de ahí su nombre. En la novela aparece una, de la cual cobra gran extrañeza, pues no es para menos, el protagonista, como verá el curioso lector.
—¿Qué le intenta hacer llegar al lector con este libro?
—Mis novelas son de entretenimiento más bien, no son históricas ni de tesis, en ellas no se expone ninguna teoría ni se trata de demostrar nada. Escribo por amor al arte nada más. Lo que pretendo es completar una novela placentera y fácil de leer, que le sirva al lector de ameno esparcimiento, que le consiga interesar, y que le deje un regusto al final. Que no piense que ha perdido el tiempo, sino que se quede con la impresión de haber leído algo que ha valido la pena.
—¿Tiene relación con su libro anterior?
—Ninguna absolutamente. Ésta es mi séptima novela publicada, y no guardo orden cronológico en las publicaciones. Ésta presente transcurre en la época actual, en cualquier ciudad moderna. La publicada el año pasado transcurre hace dos siglos y medio. Son totalmente distintas. Con las demás, publicadas o por publicar, tampoco tiene analogías, si no son las propias y características, inherentes a todo novelista.
—¿Cuándo llevará a cabo su presentación?
—En Santoña, donde resido, la realicé el pasado 29 de julio; en el ateneo de Santander, para el otoño, sin fecha. Y en León no quisiera dejar de presentarla asimismo. ¿Dónde y cuándo? Donde sea y cuando sea.
—¿Su libro guarda alguna relación con León y su provincia?
—Ninguna relación. La acción transcurre en una ciudad innominada de habla española. Lo mismo podría ser León, que Buenos Aires. La única relación que tiene con León es su autor.
—¿Está ya a la venta?
—De la venta se encarga la editorial Ediciones Atlantis. Yo no sé cuándo se pondrá a la venta, ni cómo, ni dónde. De todos modos, ya sé que un superventas no va a ser. De la novela en España sólo viven cuatro, como quien dice. Y yo, no hace falta decirlo, no soy uno de ellos.