Nacha Pop a la leonesa
Ediciones Chelsea, la escudería literaria de Álex Cooper, publica ‘No, no me olvido’, un libro en el que la fotógrafa Sandra Bensadón aporta un completo testimonio en imágenes de la banda de Antonio Vega, Nacho García Vega, Carlos Brooking y Leonardo Daniel Ñete.
pacho rodríguez | león
No, no me olvido. Nacha Pop (Ediciones Chelsea) es el último artefacto de Álex Cooper al frente de su editorial. Libros de los que uno diría que si se agitan suenan. Que suenan a una gloria que no tiene por qué ser la del éxito convencional. Casi nunca lo son. O que pretenden llevar la música a otra parte, que es la de las páginas en las que se narra y se ve lo que se oyó. «Nacha Pop es mi grupo favorito», declaró Alejandro Díez en la presentación del libro, junto a su autora, Sandra Bensadón, y con la presencia de los tres Nacha que pueden dar cuenta de la historia del grupo, esto es: Nacho García Vega, Carlos Brooking y Leonardo Daniel Ñete, y también junto a Alejandro Cabrera, el fotógrafo y director de arte de libro.
El libro recorre en un centenar de imágenes, en una edición en la que el formato está al servicio de las fotografías, y que por eso es grande y de alta calidad, momentos que después fueron estelares pero que en esos tiempos iniciales de Nacha Pop son los de un grupo que irrumpe y cuenta con la presencia de una seguidora con vista. Todos eran jóvenes y dispuestos, y había en Nacho García Vega el gran catalizador que «lía» a la fotógrafa para que sea ella la que retrate instantes del grupo.
Fotos en Rockola, en la Sala Sol, en RTVE, en aquel sótano de Serrano que sirve de primer local de ensayo y banco de pruebas, o las fotos para el disco Más números, otras letras... viajan por el libro para ser más que historia puntual y convertirse entonces en una panorámica de los años cruciales de la banda. Y como traca final, por si fuera poco, el remate fotográfico de la última reunión del grupo, y con el que Bensadón cierra un círculo histórico de una de las bandas referencia de las tres últimas décadas de música en España.
Junto a los protagonistas, el Bar Cock, mítico local con treinta años a sus espaldas de vida cultural madrileña, sirvió de escenario perfecto para que se reunieran este fin de semana (el libro se presentó en el mediodía del sábado) seguidores y admiradores, tanto de la música de Nacha Pop como de la fotografía de Sandra Bensadón.
No, no me olvido. Nacha Pop (Ediciones Chelsea) tiene como fecha de lanzamiento el 26 de septiembre, aunque ya fueron muchos los que quisieron hacerse con un ejemplar en el que el hilo conductor es tanto el comienzo como la osadía. O el atrevimiento general, como síntoma de buena salud. Aprendían a hacer canciones, discos, fotografías... Vivían en el ensayo y error, pero se creaba un núcleo duro creativo que dio como fruto a Nacha Pop, y que afortunadamente confirma que fue mucho más que el grupo de Chica de ayer.
Hay en este libro, por tanto, la oportunidad de poder ver en imágenes los primeros pasos de la banda madrileña de los primos Vega, que llevaban la voz compositora, pero sumaban la personalidad de Ñete, a la batería, y Carlos Brooking, al bajo. Y que es ya, esta es otra historia, la que se empieza a escribir con los Vega veinteañeros. Los mismos que dejan atrás su adolescencia en esos veranos leoneses en Carrizo en los que preferían como escenario los ríos, árboles y el paisaje de la provincia leonesa.