LOS ESTRENOS DE LA SEMANA
Mafia, política, cine
El género negro vinculado a la actualidad moviliza a una nueva generación de cineastas italianos. Stefano Sollima, responsable de la serie 'Gomorra', reincide en el 'polizioteschi' con 'Suburra'
El cine italiano, que siempre ha sido mucho más organizado que el español a la hora de etiquetar sus géneros, creó el 'polizioteschi' en los años 60 para situar una serie de películas de género negro vinculadas a la realidad del momento en las que se hacía explícita la violencia de las organizaciones mafiosas y las consecuencias de los crímenes de carácter ideológico que comenzaron a proliferar. En realidad, los cineastas italianos siempre se han interesado en la política de su país como una forma de escarbar en sus propias miserias y de poner en evidencia los males endémicos sobre los que se asienta su sociedad.
Dramas históricos como el de 'Salvatore Giuliano' (1962), de Francesco Rossi se convirtieron en películas icónicas de una nueva generación de cineastas que se preocuparon por retratar desde diferentes perspectivas las tensiones políticas pasadas y presentes de su país.
Si en los 60 teníamos a Rossi, Bernardo Bertolucci, Elio Pietri, Damiano Damiani o Marco Bellocchio, ahora una nueva camada de directores nacidos en torno a los 70 y que han desarrollado buena parte de su carrera durante la era Berlusconi se ha encargado de tomar el relevo insuflando al género político un aire de modernidad y de renovada capacidad incisiva a través de un activismo acorde a los nuevos tiempos.
LA SINFONÍA 'GOMORRA'
Quizá la obra con una voluntad más explícita a la hora de romper moldes haya sido 'Gomorra' (2008), de Matteo Garrone. El director compuso una sinfonía seca y visceral en torno a la camorra italiana que nos sumergía a través de un retrato poliédrico, de una frialdad casi quirúrgica, en las entrañas de un complicadísimo entramado de poder dentro del seno de la organización mafiosa que abarca con sus hilos todos los estratos de la sociedad.
Estas conexiones también se encuentran presentes en 'Calabria'(2014), en la que Francesco Munzi imprime un carácter oscuro y cerrado a los negocios familiares que desemboca en luchas de clanes. Las célebres 'vendettas' vuelven a aparecer con una dimensión trágica, representadas justo en la frontera entre la arraigada tradición ancestral y el recambio generacional.
VISIÓN APOCALÍPTICA
Ahora, Stefano Sollima, responsable de las versiones televisivas de 'Gomorra' y de 'Roma criminal' (a partir de la película de Michele Placido), y heredero directo de uno de los autores emblemáticos del 'polizioteschi', Sergio Sollima, vuelve a incidir en el tema en 'Suburra'. Su visión de la Italia actual resulta de lo más apocalíptica. Crisis de fe, decadencia moral, corrupción política y luchas de poder en un país que, como parece indicar el final de la cinta, necesita purgar sus pecados. A ritmo de la música de M83.
El estilo ampuloso e imperioso de Sollima lo aleja de la vertiente neorrealista de Garrone y lo aproxima a la teatralidad operística de Paolo Sorrentino en 'Il Divo' (2008), el excepcional biopic sobre Giulio Andreotti que se convierte en una mordaz crítica a una clase política maquinadora de intrigas, tiránica y también grotesca, como apuntaría Nanni Moretti en 'Il Caimano', sátira en torno a Berlusconi. Y es que cuando se trata de meter el dedo en la llaga, no se salva ni el clero, ni los diputados, ni las prostitutas, ni el crimen organizado… quizá porque en realidad, como se atreven a apuntar muchos de los cineastas, todos esos elementos terminan relacionándose entre sí.