La galaxia irreverente

daniel roldán | madrid

El resultado de las elecciones en Estados Unidos ha dejado a medio país con la boca abierta y al otro saltando de alegría. También ha provocado que los nervios estén más exacerbados y las teorías de complots fluyan por mentideros, tanto oficiales como oficiosos. Ahí está, por ejemplo, la sospecha de que Rusia haya intervenido en las elecciones a favor de Donald Trump o que ha habido una conspiración para convertir la última película de La guerra de las galaxias en un alegato contra el sucesor de Barack Obama en la Casa Blanca. Una idea a la que se ha apuntado el hermanastro del primer presidente negro de Estados Unidos. Malick Obama se ha declarado ferviente admirador de Trump y ha apostado por el boicot de Rogue One. Una historia de Star Wars.

El movimiento contra la superproducción -con un presupuesto aproximado en 190 millones de euros- que Disney estrena esta semana en todo el planeta surgió con la derrota de Hillary Clinton en los comicios. A los guionistas de la película Chris Weitz y Gary Whitta no les sentó muy bien la derrota de los demócratas. «Por favor, notar que el Imperio es una organización de supremacistas (humanos) blancos», señaló el primero en su cuenta de Twitter. «Lo opuesto a un grupo multicultural liderado por mujeres valientes», le acompañó el segundo. Y, claro, las respuestas llegaron de todas partes y de todos los colores. Las contrarias fueron tan mayoritarias que los dos guionistas optaron por borrar sus comentarios.

Fue demasiado tarde. El grupo Ciudadanos por Trump, un colectivo muy activo en las redes sociales y en los actos de campaña del republicano, ya se había percatado de los tuits de los guionistas. Y Jack Posobiec, el director de proyectos especiales de este grupo político, comenzó la campaña de biocot contra la película. La bola echo a rodar y miles de personas que habían comprado la entrada por adelantado han afirmado que no van a ir a la sesión de la película. Hasta se han propagado imágenes de la CNN afirmando que ambos escritores habían asegurado que Trump era «un nazi».

El movimiento fue adquiriendo tal fuerza que Weitz ha tenido que publicar un mensaje para intentar calmar las aguas y ante el temor, por parte de los estudios, de que este asunto adquiriera proprociones extraordinarias. «Star Wars está en contra del odio. Divúlguenlo», escribió el guionista de La brújula dorada o la última adaptación de Cenicienta .

Por otra parte, un portavoz de Disney confirmaba a ‘The Huffington Post’, por si había alguna duda, que la película había sufrido algún retoque en verano, pero que «no hay nada cierto» en los rumores sobre la inclusión de imágenes contra Trump.