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La Sibila cantará desde el rosetón tras 435 años ‘prohibida’

El coro Samuel Rubio recupera mañana un acto musical y teatral que dejó de celebrarse en el siglo XVI Una cantante ataviada de profetisa interpretará temas a 15 metros de altura.

El deán, Antonio Trobajo, y el canónigo y organista Samuel Rubio, tras el Códice 23 del Archivo Catedralicio. MARCIANO PÉREZ

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León

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e. gancedo | león

Fue una celebración famosa durante toda la Edad Media en la Catedral leonesa y en muchas otras, sobre todo del arco mediterráneo. Y la última en abandonarla resultó precisamente la Pulchra («¿un acto de rebeldía»?, se pregunta Samuel Rubio). Hablamos de Ecce Virgo Concipiet («una Virgen concebirá»), antiquísima representación navideña que aunaba música, canto y teatralización y que mañana viernes, exactamente 435 años desde su suspensión sine die , regresará al primer templo leonés por iniciativa del investigador y titular del órgano catedralicio.

Rubio no dudó en calificar el evento de mañana (a las 20.30, con entrada gratuita) como de «referencia cultural nacional e internacional», habida cuenta de lo arcaico del espectáculo, y eso que en realidad la recuperación no abarca todos los detalles de un acontecimiento que se festejó sin interrupción en el primer templo leonés desde el siglo XI al XVI. Detalles que Samuel Rubio conoce al dedillo por haber rastreado a conciencia los elocuentes documentos del Cabildo relacionados con aquella singular representación.

Y así, esas actas revelan cómo cada 24 de diciembre, a las doce en punto de la noche, se llevaba a cabo en la Catedral el canto solemne de la Profecía de Isaías seguido por el canto de la Sibila —profetisa de la mitología clásica adaptada al cristianismo—, un acto «en principio sencillo que se fue enriqueciendo paulatinamente con la aportación de nuevos actores y personajes», explicó el musicólogo.

Anuncio dEl Juicio Final

En el fondo se trataba de dos celebraciones: el primer canto se relacionaba con la Navidad, esto es, con «la primera venida», y era proseguido por el anuncio de la segunda, en otras palabras, el Juicio Final. La Sibila o profetisa original, interpretada por un mozo del coro catedralicio, se hacía acompañar de otros cuatro niños vestidos de ángeles y había muchos otros elementos singulares en el festejo original, aunque los responsables de la primera recuperación moderna de esta ‘Sibila leonesa’ han preferido un acto «sencillo pero solemne». Serán los 33 miembros del Coro Samuel Rubio, junto a seis músicos, quienes interpreten mañana obras coétaneas de los antiguos cantos sibilinos o ligeramente posteriores, procedentes del formidable Archivo catedralicio. Entre ellos, himnos gregorianos y composiciones de Guerrero, Muelas, De Morales, De Victoria, y las piezas centrales del acto: la Prophetia Nathalis Domini y el Versus Sibyllae , ambos del venerable códice 23 del Archivo (siglo XIV).

Momento especialmente culminante de la velada será cuando una de las cantantes del coro, Eva María Miguélez Montendón —la primera Sibila del siglo XXI— interprete su tema desde el rosetón Oeste, a unos quince metros de altura. «Espero que esta recuperación sea la primera de muchas. León quizá no pueda competir en industria y otros campos, pero sí —y ganar—, en lo que le sobra: en culto y en cultura», sentenció Rubio.

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