Un niño con voz de mujer entraba en el templo a caballo

La ceremonia original revestía rasgos de lo más curioso: como estaba rigurosamente prohibido que las mujeres participasen en cualquier tipo de acción interpretativa, era un «infantillo», un niño del coro, el que hacía las veces de Sibila por la similitud de su voz con la de una mujer. «Entraba a caballo en el templo —reveló Samuel Rubio—, vestido con gran riqueza ‘al gusto oriental’ y tocado de una diadema con forma de mitra». Un acto al que debía acudir el pueblo de León en masa, dado que los documentos hablan de mucha algazara y de la presencia de instrumentos como «rabeles, trompetas y tambores». En ese punto se volvió a preguntar el organista por las causas de la suspensión de este ‘drama musical’, que posiblemente haya que buscar en las disposiciones del Concilio de Trento o quizá en que el espectáculo «se desmandaba...». Esta primera edición de la Sibila moderna prescindirá del caballo, pero «quizá, más adelante», avanzó, se decida contrar con él...