Depedro aterriza en León como un ‘Pasajero’ más
El madrileño, más mestizo y viajero que nunca, actúa hoy en Espacio Vías.
Lugar: Espacio Vías.
Hora: 22.00.
Entradas: 18 euros en taquilla.
pacho rodríguez | león
Dice Depedro, esto es, Jairo Zavala, que con El Pasajero (Warner), último trabajo del madrileño, ha viajado tanto por sus influencias, cual experiencia, como buceado en lo aprendido de sus viajes en cuanto impacto personal. Y como cuarto trabajo de estudio del componente de La Vacazul, el resultado ha afianzado su condición de cancionista que prefiere también la idea musical colectiva. Todas estas vertientes las pondrá hoy a prueba en el Espacio Vías, donde llega con banda, donde pondrá sobre el escenario esa también doble mirada en la que desde el rock ha llegado al Depedro poético y solista. Pero que luego vuelve sus andadas porque en ellas encuentra las pisadas buenas de una trayectoria de este originario de Carabanchel nacido en 1973.
Y si en la hoja informativa que acompaña a la promoción del disco se abunda en el silencio como clamorosa, a veces, mejor respuesta, Zavala también lo invoca en muchas de sus canciones en estos ya cuatro discos en solitario. Luego está el aura de prestigio conseguido a base de propuestas mestizas, su siempre dispuesta (mutuamente) colaboración con Calexico, o el formar parte de una nómina de artistas españoles que gozan de reconocimiento más allá de la prensa y afición especializada. Por lo que su presencia hoy en León también llega impregnada de expectación.
Martín Bruhn, Héctor Rojo, Kike Fuentes y David Carrasco componen la formación habitual con la que Depedro arropa sus conciertos para asegurar que cada sesión tiene que tener sus momentos diferentes y especiales. Y que a tenor del planteamiento de El Pasajero todo encaja en esa concepción del directo como experiencia siempre por descubrir.
Paisajes sonoros
A la escucha de este disco, la traducción a escena que ocurrirá hoy no puede ser sino una propuesta tan mestiza como de ningún lado. Tan de sugerencia de otras tierras como a partir de la evidencia de su universo particular, que parece ser siempre una obligación a la mirada exterior. Luego resulta que a veces es introspectivo, pero no contradice esa velocidad de crucero en la que tanto los sones afroamericanos como los de su propio bagaje forman parte de sus temas como personajes sonoros.
Desde que despuntó en solitario con aquel anterior y reconocido La increíble historia de un hombre bueno , cinco años después de su presentación con su disco homónimo Depedro, lo que le ha pasado a Jairo Zavala encajaría en la idea de artista que propone una creación con espíritu nómada, sin ancla de confort. Como si fuera consciente de que sin ese riesgo su trayectoria se detendría. El viaje de Depedro es la idea fundamental. Sus canciones, su salvoconducto a otros mundos. Su voz y su letras, el medio de comunicación para que sus seguidores lo acompañen en un trayecto vital sin destino. Aunque en días como hoy, en el Espacio Vías lo que tocará será abrir su maleta de músico y dejarse llevar por lo que ofrezca a un público que recibirá canciones de otros mundos y otros tiempos como si fueran el abrazo de un amigo que vuelve de vez en cuando. Y que siempre dejará claro que lo siguiente por hacer será el próximo viaje. Como si su gran obligación siempre fuera volver para contarlo.