ENTREVISTA
Michael Fassbender: "Todos los actores mentimos a la prensa"
El actor germano-irlandés estrena el drama 'La luz entre los océanos', en cuyo rodaje se fraguó su relación sentimental con Alicia Vikander
Aparentemente, Michael Fassbender (Heidelberg, 1977) rueda películas sin parar: 'La luz entre los océanos', que acaba de llegar a la cartelera española, es la quinta que estrena en nuestro país en poco más de un año. Dirigida por Derek Cianfrance, es un intenso drama romántico plagado de dilemas morales y traumas psicológicos. También es la película que lo unió sentimentalmente a la actriz sueca Alicia Vikander.
La historia que cuenta 'La luz entre los océanos' es increíblemente dramática. ¿Fue eso lo que le atrajo de ella? Sobre todo me atrajo que es la historia de personas esencialmente decentes que toman alguna decisión equivocada y luego tienen que lidiar con las consecuencias de esa decisión. El mundo real está hecho de ese tipo de gente, y no dividido de forma clara entre buenos y malos. En realidad, todos somos capaces tanto de lo más noble como de lo más terrible. Por eso me asusta la facilidad con la que juzgamos a los demás y nos situamos en posiciones de superioridad moral. El ser humano es muy arrogante. Damos por hecho que en situaciones extremas nosotros haríamos lo correcto. Pero a lo mejor no.
Su personaje habla poco, y tampoco gesticula mucho; es pura contención. No debe de ser fácil dar vida a alguien así. No lo es, y eso en parte es lo que me atrajo de él. También me atrajo la fortaleza de sus principios. Creo que todos deberíamos aspirar a ser fieles a nosotros mismos. pero la experiencia me dice que ese tipo de gente no abunda. Groucho Marx dijo aquello de "si no le gustan mis principios, tengo otros", y esa es una actitud muy extendida.
Durante su presentación en la pasada Mostra de Venecia, la película fue abucheada por la prensa. ¿Le afectan ese tipo de reacciones? He aprendido a que dejen de hacerlo. Me disgusta, por supuesto, pero a estas alturas no me preocupo por cosas que están más allá de mi control. Del mismo modo, intento no arrepentirme de nada. Cometo tantos errores como el que más, pero mortificarse por ello no solo es inútil sino que puede llegar a ser adictivo. Quien se pasa el día lamiéndose las heridas acaba disfrutándolo.
¿Le ha pasado alguna vez? Como a todo el mundo. Recuerdo que al principio de mi carrera las cosas empezaron yéndome muy bien y en seguida pensé que esto sería pan comido, pero luego me mudé a Los Ángeles y estuve un par de años prácticamente en blanco. Pasé un tiempo haciéndome el mártir, pero ahora lo pienso y en realidad fue afortunado si me comparo con tantos y tantos actores que han cumplido los 40 y siguen sin conseguir más que unas pocas semanas al año.
¿Alguna vez se planteó tirar la toalla? Nunca. Siempre he tenido una disciplina muy férrea, desde niño.
¿De dónde le viene? De mi padre. Siempre fue muy exigente conmigo. Cuando volvía a casa con las notas, en lugar de felicitarme por haber sacado un 8 en matemáticas me reprendía por no haber sacado un 10. Creo que eso me enseñó a ser muy perseverante y muy exigente conmigo mismo. De todos modos, al final un actor siempre está en manos de la gente con la que trabaja, al menos en parte. Son ellos quienes te hacen destacar.
¿Y cómo describiría su trabajo con Alicia Vikander en 'La luz entre los océanos'? Es una actriz de una fortaleza espectacular. En ese sentido, en el rodaje me vi sobrepasado por ella. Pero, por otra parte, me dio energía para levantarme cada mañana para ir a trabajar. Y desde el principio tuvimos mucha química. Nos apoyamos constantemente el uno en el otro, y eso es esencial sobre todo cuando cuentas una historia tan dura y emocionalmente intensa como esta.
¿Cómo convive con el hecho de que su relación con Vikander se haya convertido en un asunto público? Trato de que no sea un asunto público. Hemos decidido que no hablaremos en público de nuestra relación. Por mi parte, no tengo ningún reparo en hablar tanto como haga falta del trabajo de Alicia, de lo trabajadora que es y lo inspiradora que me resulta como actriz. Pero no me interesa entrar en territorios más íntimos. Es una cuestión de respeto hacia la otra persona y hacia la relación.
Usted rueda muchas películas y por tanto habla a menudo con la prensa. ¿Cuál es su relación con ella? He aprendido a decir cosas que parecen razonablemente inteligentes aunque en el fondo sean obviedades. También me he acostumbrado a contar alguna que otra mentira a los periodistas. Todos los actores mentimos a la prensa. Y no nos queda otro remedio, porque nos vemos obligados a hablar mucho de nosotros mismos y eso es aburridísimo. Bueno, hay actores a quienes les gusta hacerlo, pero allá ellos. Además, el mundo está lleno de camareros y albañiles y gente que trabaja durísimo, y nadie les pregunta "¿cómo lo llevas?", como hacen conmigo. Es algo muy raro.