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Antes romanos que curas

Aparecen los primeros vestigios romanos en las excavaciones que se llevan a cabo en el patio del Seminario Mayor Podrían ser las viviendas de los tribunos.

En primer término el enorme hoyo de tres metros donde han aparecido los primeros restos romanos. RAMIRO

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León

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verónica viñas | león

Los legionarios romanos llegaron primero, aunque hace siglos que los curas ocupan un solar gigantesco con vistas privilegiadas a la Catedral. El patio del Seminario Mayor es un túnel del tiempo. Los primeros vestigios romanos se hallan nada menos que a tres metros de profundidad. Llevan casi 2.000 años ocultos bajo capas de tierra y restos de primitivas construcciones medievales. Pero, al final, han emergido, como confirma Máximo Gómez Rascón, responsable de Patrimonio de la diócesis de León.

En julio comenzaron las excavaciones en el inmenso claustro, previas a la conversión del inmueble en Museo de la Semana Santa. El jardín interior, en el que milagrosamente se ha salvado la acacia, ha sido completamente perforado, siguiendo las instrucciones dictadas por la Comisión Territorial de Patrimonio, que ordenó unas segundas prospecciones tras la aparición de destacados vestigios medievales —los más antiguos, del siglo XI— y ante la sospecha de que podría haber de época romana. La citada comisión consideraba que los vestigios localizados planteaban grandes interrogantes en cuanto a su identificación, funcionalidad y cronología. Por ello, exigía la ampliación de los trabajos arqueológicos.

Los expertos estiman que en esta zona del campamento estaría la scannum tribonorum, es decir, el área dedicada a la vivienda de los tribunos. Habitualmente había seis tribunos por cada legión, quienes ejercían el mando por turnos de dos meses. Es la primera ‘pista’ de estos oficiales de la legión que sale a la luz en la ciudad. Los arqueólogos rechazan que los restos romanos que han aparecido en el patio del Seminario tengan conexión, dada la proximidad, con las gigantescas termas que hay bajo los cimientos de la Catedral. Y es que el edificio que en los últimos años del pasado siglo alojó a los alumnos de COU de los colegios concertados estaría separado de las termas por la Vía Principalis.

Pocas veces los arqueólogos tienen ocasión de meter pico y pala en un solar de semejantes dimensiones (unos 600 metros cuadrados) en pleno corazón de la ciudad. Una excavación de la que sólo en la primera fase, cuando apenas se profundizó medio metro, salieron más de cuarenta camiones de tierra.

También tendrían interés los restos medievales más antiguos que han aparecido. En el siglo X se habría erigido el monasterio de Santiago, mixto y, quizá por ello, de efímera existencia (no duró más de un siglo). El actual inmueble, como consta en la fachada, simbolizado en las letras alfa y omega, comenzó a levantarse en 1898 y se inauguró en 1927, según el diseño del arquitecto Manuel Cárdenas.

El patio del Seminario ha resultado ser una mina, con estratos arqueológicos desde la época de la fundación del campamento hasta el siglo XX, lo que permite recomponer, capa a capa, la historia de la ciudad. Además se han encontrado numerosos fragmentos cerámicos, la mayoría del siglo XV en adelante. Cuando concluyan las actuales prospecciones, en tres o cuatro semanas, la Comisión Territorial de Patrimonio tendrá que volver a pronunciarse sobre cómo se preservan los restos.