FENÓMENO EN LA CARTELERA
¿Qué tiene 'La La Land' que gusta a (casi) todos?
Hablamos con nombres destacados del cine español para que nos expliquen las claves del éxito de la película que más papeletas tiene para arrasar en los Oscar
Arropada por su éxito en los Globos de Oro, donde ganó siete estatuillas, y sus 14 nominaciones para los Oscar, 'La ciudad de las estrellas (La La Land)' es la película de la que todo el mundo habla, en un electrizante debate entre los que caen rendidos a su magia, los que detestan su artificiosidad y, entre medio, los que aprecian sus valores pero opinan que no es para tanto. En España, como en Estados Unidos, ha arrasado en taquilla llenando los cines a la antigua usanza. Pero, ¿qué hay detrás del musical de Damien Chazelle? Con la ayuda de destacados nombres de la industria española del cine, tratamos de desentrañar las claves de su éxito.
KIKE MAÍLLO. Director
“’La La Land’ me convence por muchas cosas, pero sobre todo por la sensación de verdad que transmite; no vende una felicidad regalada por el hecho de ser un musical. Porque, en verdad, es un musical triste, con mucha más hondura y emoción de lo que a primera vista parece. Me gusta, por sorprendente, que sea un musical romántico cuyo mensaje último es que el amor no está por encima de todo.
Más allá del ‘hype’, de esa sensación de que no te la puedes perder de ningún modo, ‘La La Land’ es una gran película. Audaz, intensa y emocionante. La música es sensacional. Y Ryan Gosling y Emma Stone están fantásticos. Yo soy muy fan de Gosling y es flipante que un actor pueda ser tan bueno en tantas facetas: cantar, bailar, tocar el piano. Pero lo de Stone es sobrenatural: esa voz, ese número de la audición final, eso es pura maravilla. Ese momento es mi favorito de la película junto, por supuesto, con la parte final”.
JUDITH COLELL. Directora
“Me gusta muchísimo. Entre otros motivos, porque recupera el espíritu clásico de los musicales y, al mismo tiempo, innova. Me recordó, por ejemplo, a la filmografía de Jacques Demy, 'Los paraguas de Cherburgo' o 'Las señoritas de Rochefort'. Los protagonistas [Ryan Gosling y Emma Stone] no son actores de musical. No cantan ni bailan maravillosamente bien, pero tienen mucho encanto. El director ha conseguido algo muy complicado. En mi opinión, la primera parte es mejor, pero el final, que no es cerrado, es maravilloso. Qué grandeza. Es perfecto. El musical es un género excelente que gusta a cualquier espectador. Y sigue gustando. 'La La Land' te enriquece cultural y musicalmente. Es una película en la que no te aburres y eso que no te está explicando una gran historia. Su argumento lo hemos visto muchas veces, una relación de amor entre un chico y una chica. Pero va más allá, te habla de los sueños y, además, te toma en serio como espectador. Es sobria, no hay pornografía emocional.
Si hablamos de su éxito en los cines de aquí, tengamos también en cuenta que la cinta viene arropada por una potente maquinaria de 'marketing' americano. Pero, vamos, que eso no le quita mérito. Se ruedan muchas películas al año en EEUU y hacer una como esta no es nada fácil. Estamos delante de un excelente filme. Cuando lo ves sales encantado. Y eso te anima a volver al cine en breve”.
ÁNGEL SALA. Director del Festival de SItges
"'La La Land' triunfa porque es un producto actual, propio de nuestra época hipermoderna, capaz de atender a los que solo aprecian el 'índie' más aparente y a los que abrazan el 'mainstream' más tradicional. Juega a ser el 'Cantando bajo la lluvia' que exponga los sueños rotos y reconstruidos digitalmente de una generación milenial que se abre camino en el desierto de lo real del Hollywood de hoy, para lo que ni bordados rostros tan actuales como los de Emma Stone y Ryan Gosling. Pero Chazelle termina conduciendo su película a lo evidente, agolpa referencias no reproducibles ni asumidas, dejando un regusto de deja vu, como una puesta al día de experimentos más satisfactorios como 'Corazonada' de Coppola, 'Principiantes' de Julian Temple o 'Todos dicen I love you' de Woody Allen, sin olvidar la cansina oda al de por sí cansino Jacques Demy. No hay método, solo cita y subrayado atonal en un conjunto que pretende ser empático convirtiéndose en extrañamente antipático con su obsesión por caer bien a todo el mundo.
No hay ni secundarios brillantes, ni números musicales inolvidables, solo una media hora final que sabe algo a la película que pudo ser, pero que no salva a 'La La Land' de ser un simple pañuelo desechable para lagrimas de diseño de espectadores y críticos en busca del título del momento a olvidar mañana sin falta.
NACHO CERDÀ. Director y propietario del cine Phenomena
En cine nunca ese sabe en cual es la clave del éxito, es algo muy imprevisible; todo puede ser un éxito. Esta película es lo que los americanos llaman un "feel good movie", una película positiva. Es un canto al cine clásico y a unos referentes transgeneracionales ('Cantando bajo la lluvia', por ejemplo) y además sus influencias son claras y reconocibles. A todo esto hay que sumarle que una música muy pegadiza y unas números de baile clásicos. La fotografia de la película es en tecnicolor de los años 50 y todos estos elementos son los que acaban formando la tormenta perfecta.
En unos tiempos en los que hay sobresaturación de drama y de pelis de acción, esta es una peli más de sueños, como lo pudo ser en su día 'Titanic' y 'Moulin Rouge'. Son 2 horas y 10 minutos de 'joy', que dicen los americanos. Dos hora que son una fiesta y un canto a la vida.
Ryan Gosling ayuda a explicar el éxito porque es un magneto para gran parte del público. Es un tipo con un gran 'sex appeal'. Vendría a ser el Hugh Grant de otra generación. Y Emma Stone está espléndida.
'La La Land' ha sido un exito enorme en los pases que hemos hecho en el Phenomena. El primer fin de semana que la proyectamos llenamos 1.700 butacas. Este sábado, con solo dos pases de la película, uno de ellos matinal, el cine quedó octavo de los 300 cines de España que la proyectaban. Hemos intentado tener las condiciones óptimas para hacer que a la gente le merezca la pena ir a una sala de cine".
MARCEL BARRENA. Director
“¿Qué tiene 'La La Land'? Todo. Para empezar, vida y color. Es la obra de un genio. Y tan joven… [Damien Chazelle]. Cuando vi su anterior película, 'Whiplash', ya pensé que estábamos delante de un superdotado. Chazelle hace algo muy marciano: un musical con tintes clásicos. Pero ha encontrado el apoyo de un estudio. Supone, además, el relevo generacional también en los actores, que caen muy bien y están en un momento estupendo. Vamos, que si la hubiera dirigido Mel Gibson no sé si hubiera gustado tanto. A mí me parece que va a arrasar en los Oscar. No tiene rival. Las demás películas no tienen nada que hacer. 'La La Land' es pegadiza, es luminosa, trasciende. Habla del cine pero consigue que todos los espectadores, desde panaderos a banqueros, sientan empatía con lo que están viendo.
Es algo que no pasó, por ejemplo, en 'Ave César', de los hermanos Coen, que también hablaba del cine. La cinta de Chazelle consigue, además, gustar a todo el público, sin tener en cuenta su edad. 'Moulin Rouge!', por ejemplo, estaba más enfocada a la gente joven. Pero 'La La Land' está hecha para los espectadores más modernos y los más clásicos. No hay absolutamente nada mal hecho en su metraje. Se ha convertido en la película que todo el mundo quiere ver”.
AINA CLOTET. Actriz
“'La La Land' es magia. Como, en su día, fue 'The artist'. El baile y el canto nos hacen soñar, gozar de una libertad que no tenemos en nuestra vida cotidiana. Es una liberación. Es sentir cosas, sin bloqueos. Podemos comparar su magia con la de 'Timecode' (el corto de Juanjo Giménez que aspira al Oscar), que también nos habla de cómo el día a día lo puedes volver mágico, cómo puedes hacer especial tu rutina. Tanto 'La La Land' como 'Timecode' me parecen historias luminosas y como espectadores creo que agradecemos mucho salir del cine con energía positiva y constructiva. Vivimos momentos muy duros, vemos todos los días noticias horribles, así que también nos apetece soñar un poco.
Es un canto a la vida alegre que viene en un momento en el que necesitamos bocanadas de aire fresco. 'La La Land' es una película que puede gustar en cualquier país, su mensaje es universal porque tanto la música como el baile lo son. Su mérito es enorme porque hacer una buena película es un milagro. Depende de muchas cosas, desde el rodaje hasta el montaje".
DAVID VICTORI. Director
“’La La Land’ es una película hecha desde la más pura ilusión para recuperar, y actualizar, la magia de los musicales de antes. Tiene ingredientes de 'West Side Story', de 'Grease', de 'Cantando bajo la lluvia'. Y no se oculta. Es un soplo de optimismo y aire fresco.
No pretende ser nada más. Es lo que es: una historia sencilla, con dos finales para que puedas elegir y no te vayas enfadado a casa. Me impresiona mucho Damien Chazelle [su director]. Tiene solo 32 años y antes que ‘La La Land’ ya fue capaz de hacer una obra maestra como ‘Whiplash’, que me parece aún más brillante, más profunda, más potente en cuanto a historia. Pero entiendo que con ‘La La Land’ ha querido hacer algo parecido a una cena agradable con los amigos: una fiesta divertido, cálido y cercano para alegrarnos el día...
Es normal que el público vaya en masa al cine a verla. El cine es su espacio natural, su última razón de ser. ‘La La Land’ tiene algo que requiere de ser compartido en una sala de cine repleta de gente. Esa sensación de fiesta y magia no puede ser vivida en soledad en el salón de casa. Es eso mismo intangible que impulsa a la gente a ir los conciertos a escuchar música en directo”.
GRACIA QUEREJETA. Directora
“El guion es sencillo y clásico: una historia de amor. Pero el envoltorio es especial. Está contado todo de una manera que la convierte en una película muy bonita. Tiene detrás mucho dinero. Pero también mucho talento. Es un musical aparentemente clásico pero que esconde mucha modernidad. Los números musicales son maravillosos. Hay claqué, hay jazz. Es preciosa".
CARLO PADIAL. Director
No tengo ni idea de por qué 'La La Land' ha conectado tan bien con el público, soy incapaz de analizar este tipo de fenómenos, hablar a posteriori es fácil, pero yo nunca sé ver por anticipado si algo va a funcionar.
Imagínate si voy despistado que cuando vi por primera un teléfono móvil predije que eso nunca iba a tener éxito. ¿Quién iba a querer un móvil teniendo cabinas telefónicas? Y opiné algo parecido sobre Internet, a finales de los 90. Así que ya ves. El publico es imprevisible, al menos para mí. Dicho esto: no sé, puede que el público haya respondido bien a los colorines, a las magníficas canciones, al magnetismo que irradian la pareja protagonista, o al hecho de que la película juega con muchos de los clichés del Hollywood clásico (aunque sea para desmontarlos). Y eso, pese al fondo tan pesimista y amargo que yo creo que tiene el filme, pese a sus contrastes entre el fondo y la forma, puede haber despertado una conexión con el espectador, supongo.
A mí la película me gusta mucho (está llena de ideas), pero no me entusiasma, no me dan ganas de salir bailando, no me vuelve loco como otras películas recientes (pienso en las últimas de Malick, de Shyamalan, y de tantos otros, etc.) y desde luego no me despierta sentimientos tan encendidos como veo que despierta en otros espectadores. No entiendo esta necesidad, tan propia de esta época, de extremar tanto las opiniones, todo es o bien la peor basura que existe, o una obra maestra incontestable, hemos caído en esa dialéctica habitual de las redes sociales, tan penosa.
El principal problema que tengo con la película es que debo ser de las pocas personas de mi edad a las que realmente le encantan los musicales, sin ningún tipo de ironías, y no vi nada en 'La La Land' que no hubiera visto antes, era como un colaje intencionado de cosas que ya he visto en películas de Jacques Demy, o de Minelli, musicales de los 50 en general. No lo digo como algo malo, es más, la película no esconde sus referencias, más bien al contrario. Es muy inteligente. Las muestra todo el rato, y me gusta cómo las actualiza, cómo introduce la desafección contemporánea y la tecnología (la aparición de los móviles o la escena donde buscan el coche son excelentes). Pero aun así, o precisamente por eso, viéndola se me ocurren decenas de musicales mejores. O mejor dicho, más emocionantes y conmovedores, que son las principales cualidades que yo le pediría como espectador a un musical.
DANI DE LA ORDEN. Director
"Lo que más me sorprende es que la mayoría de la gente comenta: 'Me ha encantado, y mira que yo no soy de musicales'. Seguramente el positivismo, la energía que desprende y la propuesta honesta la hacen tan popular. Al fin y al cabo, todos queremos que nos enamoren con una película, y 'La La Land' lo hace desde el primer fotograma: ¿a quién lo le puede gustar una película en la que el mensaje final es que luches por lo que sueñes sean cuales sean los obstáculos? Es una película en la que cada uno de nosotros se identifica con los protagonistas (enamoradizos y frustrados), y eso es un motor esencia.
Y formalmente es una delicia. No hace falta ser un entendido en cine para reconocer que la escena de apertura en la autopista es una obra de arte, ni un experto musical para disfrutar de su banda sonora. Es una peli que va directa a la vista, al oído y al corazón. Pese a que no estoy a favor de que utilicen protagonistas salidos de la ciencia ficción, porque, no nos engañemos: un tío tan guapo y divertido, que encima toca el piano y baila no es de este planeta, o al menos eso quiero pensar".