César Strawberry: "Todos encubrimos esta dictadura"

El cantante de Def Con Dos, condenado a un año de cárcel por el Tribunal Supremo a causa de seis tuits, denuncia la falta de garantías democráticas en España mientras culmina la grabación de su nuevo disco, titulado ‘Trending Distopic’. 

En el 2012 el músico inglés Matt Elliott comentaba en este diario: “Lo próximo que va a pasar es que se encarcelará a gente por cosas que hayan escrito en Facebook”. ¿Le sorprende esa profecía? Nada. Siempre he pensado que era posible. Hace ya veinte años que tengo la sensación de que poquito a poco vamos hacia la dictadura perfecta. Y así lo he reflejado en canciones que hoy se consideran visionarias como ‘Ultramemia’, ‘Que no te cojan’ y una que describe al pie de la letra lo que me ha pasado.

¿Se refiere a ‘Mundo chungo’? Sí. Parece que la policía se haya inspirado en ella para luego desencadenar la operación contra mí. Tiene un vídeo ilustrativo que es clavado.

¿Tanto se parece el videoclip a su detención? ¿Cómo sucedió? Una mañana me esperaban en torno a mi moto. Habían bloqueado las cuatro calles que hay alrededor por si salía hacia el metro. Había ido al estudio a por unos papeles. ¡Mi objetivo era ir a Hacienda! Me abordaron cinco agentes de paisano. ¿A cuento de qué a una persona normal no le pueden mandar una citación judicial? ¿Para qué tienen que detenerle? Porque quieres montar un circo e infundir miedo en el electorado a cinco días de las elecciones.

¿Las redes sociales son un espacio de libertad o de vigilancia? Empezaron siendo de libertad. La primera vez que me conecté, en el 97 o 98, había esos chats IRC por temas. Era maravilloso poder comunicarte con gente de Latinoamérica. Más adelante lo empecé a percibir como un espacio de vigilancia, pero no por parte de las autoridades, sino de la propia gente, que ejercía una presión constante y empezó a surgir todo tipo de freakismo y trolls.

Pero del 'troll' al fiscal que te lleva a juicio va un abismo. Si no fuera porque hay una amenaza real de ir a la cárcel, me resultaría propio de una comedia grotesca. Mi caso es algo tan inverosímil que me parece un argumento muy bueno para una película distópica entretenida.

No lo estará hablando ya con Álex de la Iglesia... No descarto escribir algo con todo lo que me ha pasado porque es la historia de mi vida. He vivido todo esto como un espectador de mi propia historia. Por un lado, por lo que tiene de chapucera, de policía chusco y de ese ambiente Torrente. Y por otro, por lo que tiene de terrible, de temible y de peligrosísimo.

Tras ser absuelto por la Audiencia Nacional, el juez Manuel Marchena revoca la sentencia desde el Tribunal Supremo. ¿Cómo se explica? Estamos ante la justicia de telefonazo. El poder se siente un poco inseguro. Salieron absueltos Rita Maestre, Guillermo Zapata y los titiriteros y ha habido miedo a que todo el mundo crea que esto es jauja. Y me ha tocado. Han dado la vuelta a la sentencia de la forma más arbitraria. Mi caso ha despertado una alarma tremenda porque todo el mundo se siente amenazado. Si recortan las libertades hasta ese punto, tendremos que cambiar la definición del sistema y decir que esto es una dictadura encubierta. Que no lo llamen democracia.

¿Y cómo explica que en España un cantante sea condenado a un año de cárcel por escribir un tuit que dice “El fascismo sin complejos de Esperanza Aguirre me hace añorar hasta a los GRAPO” y un concejal del Partido Popular no sea juzgado por escribir en Facebook “a ver si te dan un tiro en la nuca cacho cabrón” dirigido a Pablo Iglesias? No es que el artista deba tener mayor libertad de expresión, sino que el artista puede contextualizar esos giros irónicos más o menos afortunados en función de su trayectoria. Y eso explica su intencionalidad. Mi sentencia se acoge a la literalidad de mis palabras. ¿Qué pasaría con la literalidad cuando un concejal de Paredes de Nava dice eso? ¿Qué influye? Que es un criterio meramente político y como es del PP no se le hace nada. A Guillermo Zapata se le persigue porque hay una intencionalidad política de desacreditar al ayuntamiento.

Dice que España es una dictadura encubierta. ¿Quién la encubre? La encubrimos todos. Estamos en un momento de regresión de las libertades porque hay unos elementos enquistados en el poder que mandan más que los propios gobernantes elegidos democráticamente. ¿Quiénes son esos?

Cuando Negu Gorriak y Soziedad Alkohólika fueron encausados y les prohibieron tocar en varias ciudades, ¿a Def Con Dos le pasó algo así? Jamás. Por eso a veces he pensado: igual estoy engañando a la gente. Tanto hablar del gran hermano que nos vigila y yo nunca he tenido problemas para decir lo que quiero. Me sentía poco honesto. Por eso cuando me detuvieron dije: ‘¡Enhorabuena, tronco! ¡Tenías toda la puta razón!’. ¡Me felicité!

Entonces, ¿usted no tenía ficha policial hasta hace cuatro días? No. Todo esto surge a finales de 2013 cuando empiezo a notar una presencia extraña frente al estudio donde trabajo. Lo relacioné con la delincuencia común y pusimos una verja de seguridad. Han tenido un equipo mirando todo lo que hacía y no han podido encontrar más que los tuits. ¡Eso dice mucho a mi favor!

¿En qué sentido está afectando el proceso judicial al nuevo disco? Intentamos que todo esto no afecte nuestras ganas de seguir contando cosas, sino todo lo contrario. Es el momento de plantar cara a un sistema inquisitorial que está mermando uno de los pilares de la democracia como es la libertad de expresión. Los encausados debemos tener claro que somos víctimas de un sistema injusto. No hay que asumir la culpabilidad preventivamente como han hecho Rita Maestre y el concejal Zapata. Eso me parece peligrosísimo.

Pero el miedo es muy comprensible. Sí claro, todo esto responde a una estrategia de institucionalización del miedo. La primera vez que he estado en una cárcel fue cuando me detuvieron. Estuve aislado dos horas y media en una celda que parecía una nevera y en ese rato ya me entró agobio. Quieren que te entre el miedo y te autoinculpes.

¿Cómo consiguió no perder la entereza? Hago meditación y recordé un documental sobre cuando te quedas encerrado en un ascensor. Me tranquilicé, hice ejercicios de respiración y de meditación. Me puse un calcetín sobre los ojos y me quedé prácticamente dormido.