Tranvía y aeropuerto, en el aire
camino gallego | león
El alcalde socialista Francisco Fernández, varios concejales y representantes vecinales posaron para Norberto en esta fotografía, el 18 de abril de 2008, ante el tranvía que se instaló en la plaza de San Marcelo para que todos pudieran conocerlo y anunció la puesta en marcha para antes de que se acabara su mandato. La primera línea, dijo sería Eras-Puente Castro o Armunia-Hospital. Se trataba de sacar adelante el Plan de Movilidad para que el transporte público dejara de ser utilizado sólo por el 20% de los vecinos de la capital. Se esperaba cambiar los datos, pero no se logró. Además se produjo una gran contestación vecinal cuando se abrió la calzada de Padre Isla para comenzar las obras del tranvía, que la Justicia obligó a clausurar. Rellenar el socavón costó 21.500 euros a las ya maltrechas arcas municipales en septiembre de 2010.
Antonio Silván, Miguel Alejo, Rafael Escobar, Rodríguez Zapatero, José Blanco, Juan Lema y el coronel de la Base Aérea pasean por la nueva terminal del aeropuerto de León tras su inauguración el 11 de octubre de 2010, como se ve en la foto. Un edificio con datos escalofriantes. Se dijo entonces que era necesario atender a 500.000 pasajeros al año para que fuera rentable. El presidente de Air Europa, el salmantino José Hidalgo, aseguró que «la jaula está bien hecha, a ver si ahora metemos suficientes pájaros para que se pueda amortizar». La realidad es que los pájaros volaron a otros sitios y desde su inauguración sumando todos los años no se ha conseguido todavía la cifra de medio millón de pasajeros. El Gobierno financió la pista de aterrizaje con 42 millones y la terminal, de 5.000 metros cuadrados de planta, costó 28,5 millones de euros. Un estudio indicaba que se podría llegar a los 383.000 pasajeros anuales en 2020. Quedan tres años y no se llega al diez por ciento de esa cifra. El primer vuelo fue León-Barcelona a las 07.30 horas y diez minutos después saldría el León-Madrid. Luego, cada vez hubo menos.
RAMIRO LÓPEZ