CULTURA
David Bowie llega a León
El Centro Leonés de Arte acoge una exposición con fotos, ilustraciones y el brillante mundo del cantante británico
marcelino cuevas | león
Luis García ha rodeado a los clásicos contemporáneos vallisoletanos que ocupan la primera planta del Centro Leonés de Arte, de una sorprendente algarabía pop. En la primera planta del vetusto edificio, sin duda, podría sonar la música de Falla o Albéniz. Para ir rompiendo el hechizo de unas hipotéticas noches en los jardines pucelanos, en el apéndice dedicado a las juventudes emergentes, ha querido el director del CLA situar una portentosa colección de imágenes creadas por los muy emergentes ilustradores leoneses, agrupados bajo el acrónimo, La Pila. Una transición expositiva en el que se demuestra la vigorosa existencia de un fantástico grupo de jóvenes ilustradores capaces de enfrentarse a la literatura más clásica.
Pero en la planta segunda la bomba pop estalla con brutal brillantez. Aquí ha situado Luis García dos muestras tan diferentes como complementarias, que bien pudieran tener cabida en los espacios más progresivos del Musac. La primera de ellas corresponde a la fotógrafa leonesa Mary Wilson (Cristina Gómez Martínez) que ha titulado, La resistencia sonora, y en la que se ofrecen grandes retratos de héroes de la música pop. Mary Wilson es fotógrafa de cabecera de Ediciones Chelsea y de la agencia internacional Gettuy Images. La artista leonesa aterriza en la fotografía por una mezcla de necesidad, amor y casualidad hace unos siete años. Desde entonces trabaja sin descanso puliendo y enriqueciendo su estilo. Presenta una visión muy influenciada por lo vintage, un marcado estilo retro siguiendo las enseñanzas de los fotógrafos de mediados del siglo XX. Mary Wilson concibe la fotografía como medio de expresión y vehículo de transmisión de las emociones y sensaciones en el tiempo, centrándose en el retrato, creando profundas historias a través de la captación de la esencia personal de cada modelo que se sitúa ante el objetivo de su cámara.
Pero donde se llega a la tormenta perfecta del pop es en las salas dedicadas a la colección, magnífica colección, de iconografía de David Bowie que presenta Carlos Antonio Suárez Marcos, conocido también como Carlos Luxor, Toni Capricho o Toñín Metálico.
Explica el laborioso coleccionista que su intención al mostrar esta magna acumulación de objetos relacionados con el gran músico británico es, simplemente, «la de enseñar a los demás mi pequeño tesoro. Al principio colecciones para tu propia satisfacción, pero después está también la parte de compartir todo aquello que has conseguido. Ya tenía ganas de ver todo este material junto en un espacio grande. Normalmente todas estas cosas están guardadas en cajas o en cualquier otro contenedor, de manera que verlas todas juntas es algo que me sorprende a mí mismo».
Cientos de discos, de carteles, de obras de diversos artistas plásticos y los objetos más insospechados, siempre con la figura de Bowie por delante, es indudablemente labor de mucho tiempo. «Sí -dice Carlos Luxor- muchos años y muy intensamente. La primera pieza correspondió al robo de un single de mi hermana, que por desgracia no ha podido estar en la exposición. El primer disco de este artista que yo compré fue cuando apenas contaba quince años. Realmente a coleccionar en plan serio comencé a dedicarme hace unos veinte años… media vida».
La colección, todo un homenaje al pop, consta de más de ochocientas piezas, de ellas casi quinientos discos. «Yo, como músico y pintor – considero a David Bowie como uno de mis principales referentes, es uno de los personajes que más me han influido en todos los aspectos, no solo en el musical. En la exposición hay varias obras que han sido creadas específicamente para esta ocasión. Hay un traje, que bien pudiera pertenecer a Bowie, que ha hecho Amparo Pascual. Hay una pieza de Manolo Campoamor, cantante de Caca de Lux, otra de Toño, harmónica de los Platillos Volantes, y otras de Alberto Nogal, Juan Cuenca… y una más de Fran de Gonari, que ha sido la última en incorporarse a la exposición».
Mientras se colgaba su pintura circular Gonari la explicaba así: «Mi cuadro es una mezcla de collage y técnica mixta pintado específicamente para Carlos, y se titula David Planet. Trata de reflejar las referencias a las máscaras y al camaleonismo de Bowie, partiendo de la imagen que mostraba en la portada de uno de sus discos».
Carlos Luxor con Fran de Gonari. CUEVAS