El presente eterno de Colinas
La Feria del Libro recibe hoy al maestro de la novela negra César Pérez Gellida . El Salón de Reyes acoge un encuentro poético con la autora gaditana Ana Rossetti.
verónica viñas | león
Antonio Colinas llamó Lumbres a su último libro por una cuestión afectiva; un término tan simbólico como lo es toda su obra. Se trata en realidad de una antología, editada con motivo de la concesión al poeta de La Bañeza del Premio de Poesía Iberoamericana.
El autor de Sepulcro en Tarquinia , a contracorriente en la literatura y en la vida, no había recibido hasta ayer el merecido homenaje en su tierra por la concesión de uno de los premios más prestigiosos de las letras hispanas. El Palacio del Conde Luna y dos de los estudiosos de la obra de Colinas —el crítico del Diario de León José Enrique Martínez y Clara Isabel Martínez Cantón— enmendaron ayer este injusto silencio hacia uno de los escritores más destacados de las prolíficas letras leonesas.
Colinas, uno de los nombres que más suenan para el Cervantes, ha confesado que se produjo una confluencia astral. Cumplió 70 años, lleva 50 en poesía y ganó el Premio Reina Sofía en su 25 edición.
Lumbres , que incluye tres poemas manuscritos y otros tres inéditos —Bajo las alas negras de los abetos, Tábara y ¿Qué fue de aquellas músicas?— hace un guiño a León, a su infancia y al «fuego del hogar». La palabra remite al origen, porque «no hay poeta sin raíces», al tiempo que significa «claridad» y «esplendor». «Es una palabra de palabras».
En la jornada de hoy destaca la presencia de la escritora gaditana Ana Rossetti, que protagonizará un encuentro poético en el Salón de los Reyes del Ayuntamiento. Rossetti, seudónimo de Ana Bueno de la Peña, acaba de reeditar Alevosías, un libro de cuentos en los que el deseo es el origen de todas las historias, aunque entre su producción literaria sobresale su extensa y brillante poesía erótica.
La feria del libro también recibirá a una de las grandes firmas de la novela negra actual, el vallisoletano César Pérez Gellida, que ha concluido este año su segunda trilogía, Canciones, refranes y rastros de sangre con la publicación de la novela A grandes males . Gellida no sólo imprime ritmo, sino música, a unas historias que están cargadas de imágenes cinematográficas. Porque, como dijo ayer Martínez Cantón de Colinas, «la música hace el presente eterno».
La agenda de hoy incluye varias actividades destinadas a los pequeños lectores, como cuentacuentos y talleres.