CULTURA ■ tradición
Un ‘Cum Laude’ de teclas y botones
El 17 y 18 de junio tendrá lugar en Riolago la tercera ‘xuntanza’ de acordeonistas leoneses. Su promotor, Norberto Magín, ha recopilado una gran cantidad de datos sobre la presencia histórica del instrumento en esta tierra, material que integrará una próxima tesis..
e. gancedo | león
«¿Y antes?» «Antes no sé, aquí toda la vida eso se tocó con la alcurdión». Es la respuesta más habitual recibida por Norberto Magín —y por otros investigadores y musicólogos—, cuando pregunta en Babia por los instrumentos que precedieron al acordeón a la hora de interpretar, sobre todo, el baile chano, el ‘del país’. Y son palabras bien elocuentes del puesto señero que ocupa el instrumento (con permiso del pandeiru cuadráu), a la hora de abanderar la música de toda la Montaña Occidental. Un objeto más que icónico que volverá a vivir sus días grandes, el 17 y 18 de junio próximos, con motivo del tercer ‘alcuentru’ de acordeonistas leoneses, una cita que no parece dejar de crecer: este año se esperan más participantes de todas las comarcas, habrá homenajes a los veteranos y además ya puede verse, en la Casa del Parque de Babia y Luna —palacio de los Quiñones— una interesante exposición basada en la amplia colección de instrumentos de Felipe Rubial, toreniense residente en Grado.
Arriba, recorte con una crónica de una fiesta en Palacios del Sil en 1935, con presencia importante del acordeonista, abajo, Nephtalí Domínguez, afinador de la Casa Real, publicado en el Diario en 1917.
«Si en anteriores citas reunimos a una veintena y a una treintena de acordeonistas, respectivamente, este año esperamos congregar a sesenta», explicó Norberto Magín, profesor de acordeón en la Escuela Municipal de Valverde de la Virgen, donde ayer tuvo lugar una sesión de ensayos preparativos para el encuentro, concierto de Ana Sarmiento incluido. El nieto del también acordeonista babiano Magín Prieto confirmó que a la tercera ‘xuntanza’ «vendrán Borja Rodríguez Tablado y Mar Tablado con sus respectivas agrupaciones» (además de los propios alumnos de Magín, que ascienden a cerca de 25, muchos llegados tras la desaparición de la plaza de profesor de acordeón en la Escuela Municipal capitalina), y unos veinte músicos de Bembibre junto a su profesora, Mai Menéndez. Una cita que, sorprendentemente, «no cuenta con el apoyo de ninguno de los dos ayuntamientos babianos, ni de la junta vecinal», como dejó claro su creador, pero que ha demostrado capacidad de atracción y crecimiento.
Norberto Magín lleva años recopilando información sobre el acordeón en esta tierra, datos que integrarán la tesis doctoral que está comenzando a encarar. Uno de sus hallazgos, por ejemplo, y además de la influencia vasca —vía minería—, pasa por el hecho de que el instrumento llegase a Asturias desde León, y no al revés: «En Cerredo lo introdujo, en 1915, una mujer nacida en San Miguel de Laciana, y el escritor Pablo de Andrés hace referencia a una ‘feria de maestros’ que se celebraba en Cangas de Narcea, donde acudían maestros babianos para ofrecerse a dar clase y donde, al parecer, tenían más posibilidades de ser contratados si tocaban el acordeón».
La orquesta Los Trovadores, en Cerezales del Condado. DL