Banderas, Premio Nacional de Cine
El actor malagueño recibe el galardón como embajador de la ‘marca España’ tras sufrir un infarto en enero y ver frustrado el proyecto de un centro cultural en su ciudad.
oskar belategui | madrid
«Me dicen que me he convertido en un mecenas, pero yo no tengo ningún sentimiento patriótico altruista para rescatar el cine español», confesaba Antonio Banderas en su última visita al Festival de San Sebastián, donde el próximo septiembre recogerá el Premio Nacional de Cinematografía que concede el Ministerio de Cultura, dotado con 30.000 euros. No hay nadie en el cine español que hable mal del malagueño, un currante nato entregado en el plató y generoso en las entrevistas con los periodistas. «Es un embajador de la marca España que ha llevado siempre el nombre del país allá donde ha ido», alaba el ministro Méndez de Vigo.
A punto de cumplir 57 años el 10 de agosto, Banderas es, ante todo, un hombre ocupado. La concesión del Nacional de Cine le ha pillado en el Festival de Ischia (Italia), donde presenta dos películas. «Lo acepto lleno de gratitud, humildad y sentido de la responsabilidad. Sé el privilegio y el honor que este premio representa solo siendo consciente de los nombres de aquellos profesionales que lo recibieron antes que yo», agradeció el actor. Lejos quedan los tiempos en los que este hijo de un comisario de policía y un ama de casa se alimentaba de palmeras de chocolate al llegar al Madrid de la Movida. Antonio Banderas es hoy una marca que, además de películas, vende moda, diseño, perfumes y cultura.
El primer español nominado a los Globos de Oro, los Tonys y el Emmy recogió hace un par de años el Goya de Honor tras haber sido candidato en cuatro ocasiones a la estatuilla: tres con su descubridor, Pedro Almodóvar (Matador , Atame y La piel que habito ), y una con Fernando Trueba (Two Much ). Banderas ha dirigido dos largometrajes, Locos en Alabama y El camino de los ingleses , y se ha metido en mil proyectos con su productora Green Moon, un guiño al «moreno de verde luna» lorquiano. Algunas aventuras le han salido rana, como el estudio de animación Kandor Graphics, en quiebra.
Diseñador de moda
Su proyecto frustrado más doloroso ha sido la creación de un centro cultural en la Plaza de la Merced malagueña, junto a la casa natal de Picasso. Su propuesta ganó el concurso internacional, pero los partidos de la oposición en el Ayuntamiento (gobernado en minoría por el PP) denunciaron un trato de favor. La polémica hizo que abandonara, aunque no ha renunciado a seguir alentando la cultura en su ciudad desde un ámbito privado, sin ayudas públicas de ningún tipo.
Hace tres años, Banderas puso fin a su matrimonio con Melanie Griffith tras 18 años y una hija en común. Su nueva vida junto a Nicole Kimpel le ha llevado en los últimos años a viajar incesantemente. Vive entre Londres, Málaga y Marbella y el año pasado debutaba como diseñador en la pasarela de Miami tras haber estudiado en la escuela Central Saint Martins de Londres, cantera de modistos como John Galliano y Stella McCartney.
Un ritmo frenético que le pasó factura en enero de este año, cuando sufrió un infarto y le implantaron tres ‘stents’ en las vías coronarias. Mientras busca financiación sin descanso para dar vida a Picasso a las órdenes de Carlos Saura, el actor ha grabado unos versos de Manuel Alcántara en la terraza de su casa malagueña, con vistas a la Alcazaba.