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El leonés Mostaza sigue los pasos de Spielgberg

El cineasta de animación está preparando un filme de ciencia ficción y otro de terror. Además, también proyecta una serie basada en un thriller tecnológico

Juan Carlos Mostaza durante la entrega de premios del Festival de Málaga. DL

Juan Carlos Mostaza durante la entrega de premios del Festival de Málaga. DL

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Patricia Pérez | León

El cineasta Juan Carlos Mostaza quiere ser como Spielgberg. Recientemente ha ganado el primer premio Feroz al mejor cortometraje y actualmente está embaucado en tres ambiciosos proyectos: dos largometrajes y una serie. Por el momento, según el leonés «estos tres trabajos todavía se encuentran en fase de financiación. Estamos hablando con televisiones y operadores», confiesa. Pese a ello, Mostaza adelanta que uno de los largometrajes «es de ciencia ficción, al estilo del Spielgberg de los años 80», mientras que el otro será de terror. En cuanto a la serie «es un thriller tecnológico». Mostaza es un experimentado realizador en el mundo de la animación, por lo que los tres proyectos tendrán ese formato.

El leonés tenía muy claro desde pequeño que se quería dedicar al mundo del cine, sin embargo, a la hora de escoger una carrera se decantó por Ingeniería Informática, «porque decían que tenía más salidas», recuerda. Por ello, tuvo que buscar un punto de conexión entre el cine y la informática. De ahí surgió la iniciativa de «dirigir, escribir, montar y producir» sus propios cortos de animación. «No soy un buen ejemplo. Es mejor trabajar con un equipo, pero soy como Juan Palomo. No quería molestar a otros profesionales con mis ideas», reconoce. Y es que para elaborar todos sus proyectos, el leonés nunca ha contado con ningún tipo de ayuda económica. «Solo he solicitado una subvención en toda mi vida —para realizar el corto Casitas— y finalmente me la denegaron», manifiesta. Lo cierto es que el leonés nunca ha necesitado demasiada financiación para realizar sus cortometrajes. «A veces me ha bastado solo con un ordenador. Para mí ha sido más importante el tiempo que el dinero», afirma. Mostaza presentó este año su cortometraje Down to the Wire (Bajo el alambre) a la cuarta edición de los premios Feroz y se hizo con el galardón al mejor Cortometraje de Animación, lo que para el guionista resultó ser toda una sorpresa. «No me lo esperaba para nada. Era la primera vez que se entregaba un Feroz a cortometrajes y además mi trabajo era de animación, lo que me lo ponía más difícil», declara.

Down to the wire no es un corto de animación al uso: ni está destinado para un público infantil ni en él se pronuncia una sola palabra, aunque como reconoce el leonés, «la música representa un papel fundamental. Transmite todo lo que se quiere contar». Los protagonistas ni siquiera cuentan con un rostro que transmita expresiones, (son personajes de alambre) y sin embargo, lo hacen. Para el autor esto se debe a que «la ciudadanía tiene una gran cultura cinematográfica y por ello, los espectadores pueden predecir qué expresa cada personaje en todo momento».

El cortometraje galardonado con el Feroz no ha sido la única ocasión en la que Mostaza ha usado a estos personajes de alambre, que para él «son como clips abiertos». En 2006 ya presentó Broken wire (algo así como Cable roto o Alambre roto), que consiguió una nominación a los premios Goya y alrededor de cuarenta premios internacionales. Este cortometraje también está protagonizado por esas figuras sin rostro. Pese a la similitud entre Broken wire y Down to the wire, Mostaza defiende que ambas producciones no se parecen en nada. «Son historias totalmente diferentes. La primera es de intriga, dura siete minutos y tiene un nivel técnico inferior. En la segunda ocasión tuve que multiplicar todo por dos. Down to the wire roza el terror, la violencia es explícita, dura unos trece minutos, su nivel técnico es muy superior».

Pero Juan Carlos Mostaza no se dedica exclusivamente a la creación, dirección, guionización y producción de filmes de animación. Él, junto con el ponferradino Pablo López, creó La Catedral —en honor a la Pulchra Leonina—, un estudio de animación que ha creado cabeceras de programas de televisión, numerosos spots publicitaros para farmacéuticas, cosméticos o refrescos. Además, también es socio fundador de El Ovni (junto con Pablo López y Christian Pulido), la empresa que gestiona los dos largometrajes y la serie en los que trabaja ahora.

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