El Thyssen confronta por primera vez en una exposición a Picasso y Lautrec
EFE | MaDRID
El Museo Thyssen confronta por primera vez en una exposición la relación artística de Henri de Toulouse-Lautrec y Pablo Picasso, dos genios y maestros de la modernidad, y en la que rastrea la pervivencia de la huella del francés durante toda la carrera del pintor español más allá de sus primeros años en París. Más de un centenar de obras de unas sesenta colecciones públicas y privadas de todo el mundo se reúnen en la exposición Picasso/Lautrec que se inaugura mañana en el Museo Thyssen-Bornemisza, donde permanecerá abierta hasta el 21 de enero de 2018. Se trata de la primera exposición monográfica dedicada a la comparación de estos dos grandes maestros ya que, aunque su relación artística ha sido establecida por la literatura y la crítica contemporánea, nunca se había confrontado la obra de ambos en una muestra.
Sin tópicos
La exposición plantea además nuevos puntos de vista de esta relación, pues no se limita al tópico del joven Picasso admirador de Lautrec en Barcelona y sus primeros años en París, sino que ha rastreado la pervivencia de esa huella a lo largo de la dilatada trayectoria del artista español, abarcando también su periodo final, explica el museo en un comunicado.
Comisariada por Francisco Calvo Serraller, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, y Paloma Alarcó, jefe de conservación de Pintura Moderna del Thyssen, Picasso/Lautrec está organizada en torno a los temas que interesaron a ambos artistas: los retratos caricaturescos, el mundo nocturno, los seres marginales, el espectáculo del circo o los burdeles.
Lautrec y Picasso nunca se conocieron: cuando Picasso visitó París por primera vez, en octubre de 1900, Lautrec ya estaba muy enfermo y moriría prematuramente un año después, pero la forma de percibir la modernidad del francés impactó en el joven pintor. Ambos fueron genios artísticos desde la infancia, se sintieron atraídos por París en su juventud, rechazaron la enseñanza académica que les impusieron y se inspiraron en los pintores franceses Ingres o Degas.