Una encomienda para el genio leonés que humanizó la mística

a.g. valencia | la bañeza

«Sencillo y cercano, buen conversador y generoso, un genio humilde»... son algunos de los calificativos que se pronuncian como un mantra cuando se habla de Álvaro Huerga Teruelo, dominico, nacido en Nogarejas hace 94 años, un estudioso y escritor incansable, a quien el Ministerio de Educación ha concedido el ingreso en la Orden Civil de Alfonso X El Sabio, un reconocimiento que se materializará este viernes con la entrega de la Encomienda de la institución en La Bañeza, ciudad que también le dedicará una calle.

Hijo de labradores y nacido en el verano de 1923, Huerga inició sus estudios en la escuela de su pueblo, que, por aquel entonces, capitaneaba Ricardo García Escudero —con fama de republicano y algo ateo— quien le introdujo en la lectura, al nombrarle responsable de una biblioteca que había creado. Cuentan que el maestro, al estallar la Guerra Civil, tuvo que esconderse, siendo Álvaro quien le libró de ser condenado al quemar unas cartas comprometedoras.

Por aquel entonces, la contienda dio un giro a la vida del niño que marchó a estudiar a la Preceptoria de Rosinos de Vidriales, dependiente del Seminario de Astorga, enfocando así su vocación hacia el sacerdocio. Álvaro tenía 14 años y ya hacía sus primeras composiciones literarias en latín. Fue su tío, el dominico Manuel Teruelo, quien le introdujo la vocación por esta orden, al lado de la cual ha proyectado su ingente legado. En 1947 completó su formación en Salamanca y un año después fue ordenado sacerdote. En 1949 se licenció en Teología.

Su biografía recoge que «desde 1953 hasta 1960, residió en Granada donde ocupó, entre otros, los cargos de regente de estudios del Colegio Mayor de Santa Cruz la Real, el de delegado diocesano de cine, radio y televisión; colaboró como periodista con los diarios provinciales El Ideal y Patria y participó, como responsable en tareas de organización, en el famoso Congreso Eucarístico de Granada del año 1957».

En 1960 volvió a Roma con el encargo de suceder al Padre Garrigou-Lagrange en la Cátedra de Teología Espiritual en el Angélicum romano. Durante estos años le llegan ofertas para dedicarse a la docencia en diferentes universidades españolas, pero es en 1965 cuando acepta finalmente la que se le hace desde la Universidad Pontificia de Puerto Rico.

Explican que «en la vida de Huerga Teruelo ha habido tres etapas diferenciadas: la etapa romana, la más larga y fructífera para su formación; la etapa granadina, la más humana y profunda y la etapa de Puerto Rico, la de mayor repercusión para sus inquietudes sociales». Cuentan que el rey emérito en uno de sus viajes al país americano pidió hacerle una visita.

Este fraile leonés es colaborador del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) y de la FUE (Fundación Universitaria Española), consejero espiritual de la Orden de los Caballeros de Calatrava y miembro de la Academia del Vaticano.

A él se debe la traducción al español de la tesis doctoral del papa Juan Pablo II. Un escritor, pensador, intelectual, historiador, teólogo, investigador... que con Historia de los alumbrados— investigación que le llevó 25 años y publicó en cinco tomos— se ganó el aplauso de la comunidad internacional. Experto en Fray Luis de Granada, de quien ha publicado sus obras completas, ha firmado más de 800 trabajos.

Un dominico reconocido y conocido universalmente, que desde 2002 fijó su residencia en La Bañeza, ciudad que el viernes será testigo del reconocimiento, que hará que el padre Álvaro pase a formar parte de la Orden de Alfonso X El Sabio, destinada a enaltecer a quienes se distingan en todos los aspectos de la actividad intelectual y favorezcan la vida del pensamiento en el país.

Un sabio con los pies en la tierra y gran defensor de los derechos de la mujer, como plasmó en su obra El feminismo cristiano, donde denuncia la gran injusticia cometida con la mujer por las tres grandes religiones monoteístas. Intelectual, que a sus 94 años sigue desarrollando una enorme actividad investigadora. El 20 de mayo publicó España Mística.

En lo social, el padre Álvaro no se queda atrás. Donó para Cáritas de La Bañeza, junto a su hermana Raquel, un piso donde, ahora mismo, se imparte clase para niños desfavorecidos, así como una cochera donde la oenegé de la iglesia guarda su furgoneta. También ha regalado las campanas para el santuario de la Virgen del Campo de Rosinos de Vidriales y ha desarrollado un activo apostolado

Vida y obra incansables, que añaden un nuevo reconocimiento. Suma y sigue.