Carla Morrison, hoy en León con Dani Martín: «Hay mucha música desechable»

PABLO RIOJA | LEÓN

Con su última gira recién acabada, la cantante mexicana hace escala en la capital para cantar junto a Dani Martín —en acústico— temas propios y del cantante madrileño.

—Dicen los críticos que es imposible catalogar la «apasionante» música de Carla Morrison. ¿Cómo la define usted?

—Mi estilo es alternativo, no es pop ni tampoco ranchera, pero tiene algo de los dos y creo que también es melodramático. Lo que intento siempre es que mis canciones hablen de mí más que seguir un tipo de estilo.

—Cuenta en su haber con tres Grammy Latinos. ¿Cómo han cambiado su vida?

—Es una motivación enorme, nunca imaginé que podría ganarlo. Desde luego no son una prioridad pero que reconozcan tu trabajo y talento te cambia el ánimo. Siempre es bueno tener un incentivo, pero en el fondo sigo siendo la misma.

—Domina el dibujo, el canto, la danza... ¿Qué le queda por hacer?

—Me gustaría escribir más, publicar mi propio poemario. La poesía me gusta mucho, pero no tengo el tiempo suficiente para ella. Por ahora estoy centrada en la música.

—También ha debutado como actriz.

—Aprendí muchísimo, la actuación en otro mundo, me siento como cuando estoy en el escenario en el sentido de que trato de que sea una experiencia enorme.

—En México es una estrella. ¿Cambia mucho el ‘feeling’ con el público cuando viene a Europa?

—Es muy distinto. Es curioso porque en México tengo muchas fans, mientras que en el resto del mundo hay más hombres. Supongo que es porque mi país es muy machista, pero en España ese tema está mucho más claro. Y por ejemplo en mi país me dicen que sueno triste y en España que soy muy valiente al cantar ciertos tipos de letras.

—Su trabajo ‘Déjenme llorar’ supuso su salto definitivo al mundo de la música...

—Fue sin duda alguna un antes y un después.

—¿Cuál es la mejor colaboración musical que ha hecho?

—He tenido de todo. Con Macklemore me pareció muy interesante cómo compone, es mucho de improvisar. Y Enrique Búnbury es muy profesional. Con Dani tengo una bella relación.

—¿Qué recuerda de ‘Aprendiendo a aprender’, su primer EP?

—Me cambió la vida en el sentido de que aprendí a producir y a controlar mis propias canciones, a saber lo que quería hacer con mi carrera. Está claro que ahora cambiaría mil cosas.

—¿Cómo define el panorama musical?

—Hay propuestas buenas pero una gran mayoría es desechable. En los años 70 todo era de gran nivel.