Diario de León

CULTURA

Un bandido con honores

El grupo Garnacha Teatro se alza con esta edición de Tierra de Comediantes, el certamen nacional de teatro de Jimenez de Jamuz El accésit viaja a Talavera de la Reina por ‘Maison Close’

‘Un bandido de leyenda’ se lleva el premio a mejor obra y el galardón especial del público. ANTONIO DE LA FUENTE

‘Un bandido de leyenda’ se lleva el premio a mejor obra y el galardón especial del público. ANTONIO DE LA FUENTE

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a.g. valencia | la bañeza

Y se bajó el telón. El certamen nacional de teatro amateur Tierra de Comediantes, que cada otoño lleva hasta Jimenéz de Jamuz la mejor selección de este arte, celebró ayer la gala de clausura tras intensos fines de semana de buenas representaciones, de público entregado y de actores y actrices que derrochan afición.

La batuta de la gala final de esta edición, y ya van diecisite, la llevó la compañía Teatro Abierto, de León, con Multipropiedad, espectáculo que abrazó la entrega de los premios. Este año, la compañía Garnacha Teatro, de Logroño, salió por la puerta grande. Su representación Un bandido de Leyenda se alzó como mejor obra y recibió 1.200 euros de premio. Los riojanos consiguieron también llevarse el aplauso más fuerte de la platea, al conseguir el premio especial que entrega el público. El áccesit se fue hasta Talavera de la Reina por Maison Close, de Paraskenia Teatro. Además, Prado Amor, por su papel de Madame Nicole en esta obra, se alzó con el premio de mejor actriz y la interpretación de Roberto Jifer dando vida a Totó le valió la corona de mejor actor.

La mejor escenografía fue para el grupo Carpe Diem de Tomelloso, por El caballero de Olmedo. La interpretación de Fabia, en esta representación, fue el pase para que Cristina Marín Blanco se alzara con el premio de Mejor actriz de reparto. Por último, el Mejor actor secundario fue Juan Carlos Mcsullyvan por su papel de Guillermo Criado en la obra Dakota 2.0 del grupo valenciano Carabau Teatro.

El certamen tocó a su fin con el reparto de los premios, valorados en 3.000 euros, pero sobre todo cumpliendo uno de los principales objetivos que se marcó en su nacimiento: acercar al mundo rural obras de calidad y el mejor teatro amateur.

Que el Jamuz es tierra de comediantes no sorprenden. El teatro y la alfarería están impresos en su ADN. Dos tradiciones viejas y mimadas, a partes iguales, por los habitantes de esta tierra y que se remontan unos cuantos siglos en el tiempo. Cuentan que allá por el 1878 el Ti Tirso (Tirso Mateos Claro) ya se registró con el oficio de comediante. Es fácil que no supiera que su afición al teatro quedaría documentada como la primera acepción jiminiega a la comedia. Muchas fuentes apuntan que ya con anterioridad el séptimo arte corría por las venas de los vecinos de este pueblo alfarero, que entre cacharro y cacharro se ha sabido labrar un futuro en el panorama escénico. Y es que este certamen nacional, con su diecisiete ediciones a las espaldas, es ya un referente en todo el país. Cada año concurren decenas de grupos que quieren hacerse un hueco en el cartel final de este festival, que desde un pequeño pueblo leonés llega a grupos de toda España. Cada mes de noviembre Jiménez de Jamuz es capital del teatro.

La muestra nació en el año 2000 con carácter provincial y en 2006 ganó un rango más al dar el salto al panorama nacional. El siguiente objetivo está en soplar las veinte velas. Tesón sobra. Este año el telón ya se ha bajado en el teatro jiminiego pero mirando atrás el balance sale a favor. En estos diecisiete años se han vendido más de 30.000 entradas y se han subido al escenario casi 200 obras llegadas de todos los puntos cardinales.

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