JUANCHO LÓPEZ. BAJISTA DE THE SALAMANDERS
«El Purple Weekend es el que pone a León en el mapa del rock»
p. rodríguez | león
En 1989 apareció en León un grupo llamado The Salamanders que bebía los vientos del garage, el sonido Detroit, el punk... Y en eso siguen, con años y canas a cuestas y, atención, el elepé que nunca tuvieron. No es su particular vendetta sino su forma de pasar a limpio una idea constante que materializa su paradoja guadianesca. El rock o la vida. José Berrot, Juancho López y Miguel Manero, con la incorporación de Jorge Coldan, pondrán así en hora su corazón de rocanrol en este Purple Weekend que es casi su coetaneidad. El disco se titula ‘The Salamanders’, como debe ser. Y contesta su bajista Juancho López.
—¿Tocar en el Purple Weekend es uno de los conciertos que más ilusión les puede hacer?
—Es muy especial. Empezamos a la vez. Y quién nos iba a decir que podríamos tocar en el Purple en 2017...
—¿No tenían esperanzas?
—Empezamos en 1989 y desaparecimos en el 92... En 2008 nos reunimos en la fiesta de Elrin.com y ese concierto nos activó. Este año, con el elepé, nos ha llevado a pensar en tocar más.
—Estilísticamente y vitalmente, ¿están en el mismo lugar que al principio?
—Estamos en el mismo lugar. Tocamos las mismas canciones y las mismas versiones. Somos mejores, pero la esencia es, por supuesto, The Salamanders.
—¿Con qué grupo les hace ilusión compartir cartel en este Purple Weekend 2017?
—Con Redd Kross y Lime Spiders. La verdad es que ya éramos muy fans de Redd Kross desde pequeños.
—¿Por qué León es capital del rock?
—Lo es como muchas otras. Hay grupos que vienen al Purple Weekend que si vinieran solos a cualquier local tendrían 40 espectadores.
—O sea, que al final, ¿el medio es el mensaje?
—Es que el Purple Weekend, indiscutiblemente, es el que pone a León en el mapa nacional del rock.
—Pero no negarán que aunque lo de The Salamanders sea un asunto personal, cuando el público dice: «¡Bien!» Sentirán alguna satisfacción, ¿no? Ese era el trato del rocanrol: gustar...
—¡Sí! El otro día en Bilbao, casi lleno, la gente se lo pasó muy bien y, es verdad, disfrutamos.