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Al rescate de la muralla ‘emparedada’
Patrimonio autoriza una intervención de urgencia en el tramo de la Era del Moro, para evitar nuevos desplomes.
Los cubos N3 y N4 de la muralla en Era del Moro y, entre ellos, el tramo que se desplomó hace un año. RAMIRO
verónica viñas | león
La muralla acumula tantas patologías que si no se interviene de inmediato podría ser irreversible. El tramo ‘oculto’ de la fortificación que discurre por Era del Moro se encuentra en tal situación —un 75% sufre un grado de deterioro grave, según los informes técnicos— que exige obras de urgencia. La muralla ya dio un aviso el 13 de mayo de 2016, cuando se desplomaron cinco metros sobre uno de los solares privados que se extienden a sus pies. La Comisión Territorial Patrimonio autorizaba ayer obras urgentes en el lienzo. El Ayuntamiento tiene previsto intervenir en la cortina situada entre los cubos N3 y N4, ‘tapados’ por un muro de ladrillo que apenas deja ver el adarve.
La rehabilitación del tramo más desconocido de la muralla es muy ambicioso, con una inversión de 2,1 millones de euros. Pero, de momento, la actuación se ceñirá a actuar en 112 metros cuadrados del lienzo. También se reconstruirá el tramo que se derrumbó el año pasado. Según el proyecto, «se utilizarán los materiales recuperados y acopiados en buen estado, principalmente piedras de mampostería y bolos, y se completarán con materiales de similares características». Debido al mal estado en el que se halla la cortina, se prevé que será necesario «micro-coser las grietas existentes con varillas de fibra de vidrio».
Asimismo, habrá una lectura estratigráfica para descubrir las fases constructivas de la muralla y su cronología. Para toda esta primera fase el presupuesto de contrata asciende a 107.619 euros, de los cuales la Dirección General de Patrimonio de la Junta sufragará 80.000; para el resto, se ha solicitado la cofinanciación del Ministerio de Fomento, con cargo al programa 1,5% Cultural, mientras que el Ayuntamiento completaría el coste de las obras con fondos propios y fondos Feder.
Los informes que obran en poder del Ayuntamiento advierten de que «en cualquier momento podrían producirse nuevos desprendimientos de materiales constructivos de la muralla sobre la Era del Moro. La vegetación que coloniza la cara exterior del lienzo agrava la situación de riesgo», afirman los técnicos. El proyecto prevé en otras dos fases recuperar antes de 2020 todo el tramo norte de la muralla, lo que incluye la apertura de una nueva calle pegada a la fortificación que ahora no es visible en Era del Moro y hacer paseables los 180 metros del adarve en este tramo. Asimismo, el plan pretende rescatar el antiguo Molino Sidrón. Según los expertos, este tramo «es uno de los más representativos del recinto amurallado romano, aunque su estado de abandono es muy avanzado».
La superficie de la muralla a rehabilitar es de 1.240 metros cuadrados. Dada la gravedad de este tramo de las murallas —las terceras en extensión tras las de Lugo y Ávila—, el Ayuntamiento se ha visto obligado a dar prioridad a la consolidación de un monumento ‘maltratado’ durante siglos. Los trabajos, que deberían comenzar de forma inminente, se centrarán en el desalojo, desescombro y desbroce de la Era del Moro, tratamientos herbicidas para sanear los muros, así como una intervención inaplazable en los remates superiores de la muralla ejecutados en la etapa de las Guerras Carlistas, con riesgo de ruina en la zona del Instituto Legio VII.
