El por qué del nombre
Procede de uno de los testimonios que aparecen en el filme, un relato tradicional: «El lobo enfermó y llamó al médico, que le dio medicinas. Y un día, mucho después, los dos se encontraron. Entonces el médico le preguntó: ‘¿Qué tal las medicinas? ¿Fueron buenas?’. Y el lobo respondió: ‘Sí, sí, fueron buenas’. Y el médico dijo: «Entonces, ahora, ¿me comerás?». Y el lobo le dijo: ‘No, pero por si acaso, anda de día, que la noche es mía’».